Codalc

Fr. Dominique Pire OP- Cincuentenario de un Nobel de la Paz

Cidalc al Día

 

CINCUENTENARIO DE UN NOBEL DE LA PAZ: Fr. DOMINIQUE PIRE OP

Por: Domingos Zamagna (*)

En momentos en que el noticiero brasileño nos presenta la situación de penuria de los catarinenses, de los nortefluminenses y de los capixabas, caemos en la cuenta de la importancia de la solidaridad. Las noticias que llegan de Europa no son alentadoras para los extranjeros, e incluyen preocupantes casos de xenofobia racista. El mundo va a conmemorar otra Navidad todavía bañada en sangre, con decenas de focos de guerra.

Por otra parte, la elección del primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos es interpretada como señal de superación de la intolerancia y de una mejor convivencia entre los pueblos.

Hace exactamente 50 años, el día 10 de diciembre de 1958, en el gran salón de la Universidad de Oslo, el P. Dominique Pire (cuyo nombre de pila era Georges Charles Clement Ghislain Pire), religioso dominico belga, recibía el Premio Nobel de la Paz de manos del rey Olaf y de la princesa Astrid.

¿Qué joven brasileño ha oído hablar de Dominique Pire? ¿Y qué hizo para merecer el Nobel?

Gunnar Jahn, presidente del Comité Nobel del Parlamento noruego, justificó de este modo la concesión del premio: "El trabajo del P. Pire a favor de los refugiados es una acción emprendida para curar las heridas de la guerra, para construir un eje de luz y de amor, más allá de las oleadas del colonialismo y de la oposición entre razas; una acción que favorece el desarrollo del espíritu de fraternidad entre los hombres y los pueblos".

De hecho, las heridas de la segunda guerra mundial, abiertas antes de que hubieran cicatrizado las de la guerra anterior, tardaban en sanar. La mayor catástrofe provocada por el ser humano, abarcando directa o indirectamente a 72 países de los cinco continentes, dejó un saldo de más de cincuenta millones de muertos, treinta millones de mutilados y un incontable número de hogares deshechos y de refugiados.

Con el fin de aliviar en parte tanto sufrimiento este sencillo fraile, armado con simples fuerzas morales, a partir de 1949 se entregó en cuerpo y alma al trabajo con los refugiados y desplazados de guerra. Fundó la "Europa del Corazón al servicio del Mundo", construyendo una serie de campos para refugiados, sin ningún tipo de discriminación, cosa que, por lo además, no llegó a ser bien vista por algunos de sus contemporáneos, en una época en que todavía planeaba sobre el mundo el espíritu de revancha.

Vestido con el hábito blanco de los hijos de Santo Domingo, que por desgracia en otros tiempos también había sido símbolo de los inquisidores, allí estaba él, entre políticos, artistas, científicos y sabios, como dando testimonio de que ya eran otros tiempos -sin ostentar títulos, ni siquiera el de "teólogo de la liberación"-, pues se presentaba solamente como seguidor y misionero de Jesús Nazareno, que pasó su vida construyendo el bien y la paz. Agradeció al rey y a los noruegos tamaña honra, pero con humildad prefirió ver en ella un estímulo para proseguir su trabajo.

En un gesto concreto de solidaridad, empleó la gran suma correspondiente al premio a la construcción de obras asistenciales: el "Village Fridtjof Nansen" y el "Village Anne Frank", en la periferia de Bruselas. Más tarde fundaría la Universidad de la Paz, que todavía existe hoy en Namur, destinada a promover el entendimiento y la concordia entre los pueblos, reconocido centro de formación para la prevención y el manejo positivo de conflictos. También construyó una red de protección social conocida como "Islas de la Paz", una ONG para el desarrollo de poblaciones rurales de países pobres, comenzando por Bangladesh y la India, pero también en África y en América Latina. Otras muchas iniciativas de paz emprendió el P. Pire hasta su muerte en Lovaina en 1968.

Para bien, y para mal, el final de la década de los 50 fue un tiempo paradigmático. Si, por un lado, tuvimos la invasión de Hungría por las tropas soviéticas, y vimos el comienzo de la carrera espacial, por otro lado Giorgio La Pira transformó Florencia en un foco de pacifismo para el Mediterráneo y se firmaron los Tratados de Roma de 1957 (origen de lo que luego sería la Unión Europea). Sin alardes, con gestos sencillos pero muy concretos, Dominique Pire nos enseñó que la paz es un bien precioso demasiado importante como para ser confiado solamente al cuidado de políticos y diplomáticos. Cada ser humano debe volverse apasionado por ella, y convertirse en un artesano de la paz.

Un buen ejemplo a recordar como síntesis del nuevo nivel de convivencia pacífica es la figura de Juan 23, trabajador infatigable por el fin de la violencia y por el entendimiento entre las religiones y los pueblos (convocó el Concilio Ecuménico Vaticano 2 el 25 de enero de 1959) en plena época de la guerra fría, dejándonos incluso una de las más hermosas encíclicas de la historia de la Iglesia, la "Pacem in terris".

En el cincuentenario de la premiación del P. Pire con el Nobel de la Paz, todos cuantos se preocupan por la construcción de un mundo nuevo, de justicia, de solidaridad y de paz, cumplimos con el alegre deber de evocar su luminoso ejemplo y lo homenajeamos con gratitud.

(*) Periodista y profesor de Filosofía – Traducción de Fr. José Luis Burguet, OP

 

Dominique Pire – 1910-1969.

Dominique Georges Henri Pire.

Sacerdote y sociólogo belga galardonado con el Premio Nobel de la Paz el 1958.

"Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión ‘coexistencia pacífica’ significa ausencia de guerra y no verdadera paz." P.Pire.

Llamada de Dios

Nació el 10 de febrero de 1910 en Dinant, Bélgica y pronto, ante la invasión nazi, huyó a Francia con su familia. Sintiendo bien joven la llamada de Dios, entró en el convento dominicano y profesó en 1932, tomando el nombre de "Dominique Pire". Continuó estudiando teología y ciencias sociales en la Universidad Dominica Angelicum de Roma. Se doctoró en 1934 y se trasladó al Monasterio de La Sarthe, en la población belga de Huy, donde ayudó a las familias más necesitadas.

Durante la Segunda Guerra Mundial Pire sirvió de capellán en la resistencia belga y participó activamente ayudando a pasar de contrabando a pilotos aliados fuera del país, una tarea que le fue reconocida después de la guerra por su país.

Activismo social

En 1949 comenzó a preocuparse por los refugiados de la posguerra, y escribió un libro (Du Rhin au Danube avec 60,000 D. P.) sobre el tema. Así fundó el 'Europe du Coeur au Service du Monde, una organización de ayuda al refugiado. Gracias a las ayudas recaudadas consiguió construir una serie de campos para auxiliar a los refugiados provenientes de Austria y Alemania. A pesar de ser un religioso, Pire rechazó mezclar su fe personal con la tarea social, cosa que no siempre fue bien vista por sus superiores eclesiásticos.

En 1958 el Instituto Nobel le recompensó con el Premio Nobel de la Paz por el liderazgo de "L'Europe du Coeur au Service du Monde", una organización para la ayuda de los refugiados.

Después de ser galardonado con el Premio Nobel, Pire ayudó a crear una Université de Paix (Universidad de la Paz).. Posteriormente, fundó la organización Îles de paix (Islas de la Paz), una ONG dedicada al desarrollo de las poblaciones rurales en países en vías de desarrollo, iniciando sus actividades en Bangladesh, en 1962 y en la India en 1968.

Pire murió de complicaciones post-operatorias el 30 de enero de 1969.

Tomado de Wikipedia

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio