SANTO DOMINGO PREDICADOR DE LA GRACIA Los promotores generales de la Orden nos comparten reflexiones, con ocasión de la solemnidad de Pentecostés. Somos conscientes que el Espíritu Santo que ungió a los primeros discípulos de Jesús, enviándolos a predicar las Buena Nueva al mundo ( Hech 2), es el mismo Espíritu que ungió a Santo Domingo para predicar el evangelio de Jesucristo hace 800 años. Esta misión de predicación apostólica fue confirmada para Domingo durante su peregrinación por Roma en enero de 1217.
Hallándose el hombre de Dios, Domingo, en Roma, en la basílica de San Pedro en presencia de Dios, dirigió su oración en favor de la conservación y expansión de la Orden. Por medio del Señor contempló…que se le acercaban de repente los gloriosos príncipes de los Apóstoles, Pedro y Pablo; le parecía que el primero, es decir, Pedro, le entregaba un cayado para apoyarse. Pablo, empero, un libro, y agregaron: «Ve, predica, porque has sido elegido por Dios para este ministerio». Enseguida, en el mismo instante, le parecía que contemplaba a sus hijos distribuidos por el mundo entero, marchando de dos en dos [Lc 10,1] y predicando la palabra de Dios a las gentes.(i)