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«De terremotos y golpes»: caso Honduras (Hermana Doris Regan O.P.)

El terremoto en Honduras el 28 de mayo fue alarmante por no haber experimentado este tipo de movimiento subterráneo en su historia. El 28 de junio el mismo pueblo experimentó otro terremoto, igualmente fuerte – la inhabilitación y expulsión de su democráticamente elegido Presidente por la fuerza. Los dos movimientos, fuertes e inesperados, han desestabilizado al país hasta ahora y los efectos durarán por mucho tiempo.

Hay muchos hechos discutidos por los medios de comunicación, por los seguidores del Presidente Zelaya y por los del Roberto Micheletti a favor o en contra de lo que pasó, mucha información y desinformación. Hay manifestaciones públicas por dos lados (la mayoría son pacíficas aunque han sido tomas de carretera, enfrentamientos con la policía pero ninguna muerte hasta ahora. Gracias a Dios

Lo que es claro es lo siguiente:

  • En la madrugada de domingo, 28 de junio, el Presidente de la Republica de Honduras fue secuestrado por las Fuerzas Armadas y llevado a Costa Rica por orden de la Corte Suprema del país.
  • El mismo día, el Congreso, en sesión de emergencia, eligió a Roberto Micheletti, el Presidente del Congreso como Presidente de la República
  • Según los a favor de Micheletti( conservador, tradicionalista, apoyado por los empresarios y los adinerados), El presidente Zelaya ( Izquierdista, apoyado por los sindicatos y los de La Zona Rural) pretendía continuar en el poder, desobedeció las órdenes judiciales, ha incumplido sus funciones, quería instaurar el comunismo en el país etc. Los dos son miembros del Partido Liberal.
  • El GOLPE no fue solamente al Estado – fue un golpe a la democracia de Honduras. Tiene raíces en la estructura del sistema político y en sus debilidades para enfrentar adecuadamente los retos que supone la construcción de la democracia en Honduras entre las cuales son: politización partidaria de las instituciones, incapacidad política para lograr acuerdos, recurrencia a poderes arbitrales, una cultura de la intolerancia, el irrespeto y la confrontación. Los políticos hondureños conservadores le han dado un fuerte golpe al proceso de construcción democrática que se ha venido gestando en los últimos 28 años. Las Fuerzas Armadas se volvieron cómplices del rompimiento del orden constitucional y le provocaron un profundo daño a su imagen institucional
  • La Organización de Estados Americanos y la ONU apoyan a Manuel Zelaya. La visita del secretario Isulza del OEA fue breve y Honduras se separó de la OEA antes de ser expulsado por la organización que es una organización política pero no jurídica
  • Cardenal Oscar Rodríguez de Honduras (y hondureño), en nombre de todos los obispos de la Conferencia Episcopal ha llamado a todos al diálogo y al fin de la polarización que está dividiendo este país aún más cada día. Más le ha dicho a Manuel Zelaya que no sea propicio el momento para su regreso (Manuel Zelaya había dicho que llegaría domingo acompañado por Miguel D'Escoto, Presidente de la ONU y otros presidentes de países vecinos).
  • Hoy domingo fue una rueda de prensa donde el nuevo gobierno hablaba de unas tropas Nicaragüenses cerca de la frontera de Honduras y repitió su declaración que no permitiría a Manuel Zelaya que regresara. Si lo haga habría arrastrado.
  • El papel de los medios de comunicación han sido limitado por el nuevo gobierno; La mayoría de los medios de comunicación tiene como dueños los empresarios adinerados y controlan la noticia. La Radio Progreso, fundado por los Jesuitas, queda independiente y como símbolo de la lucha por la libertad de expresión. Han recibido amenazas e interrupciones en sus transmisiones. Los periodistas han experimentado problemas mientras que cubren las marchas. Otra Radio independiente, Radio Globo, fue cerrada. Inmediatamente después del golpe realizado por los militares, los medios ligados al gobierno del Presidente depuesto fueron sacados del aire, al igual que canales internacionales como CNN y la multinacional Telesur. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investiga los cierres, amenazas y agresiones contra periodistas y medios de comunicaciones independientes y afines al depuesto gobierno de Manuel Zelaya.

¿Cómo hemos llegado hasta este punto? Es importante entender la génesis de los acontecimientos para comprender lo que pasa hoy en Honduras. “ La mayoría de los Hondureños no pudieron más que contemplar el duro enfrentamiento entre dos grandes bloques de poder en nuestra nación: por un lado, el poder tradicional del país, integrado económicamente por la clase empresarial más fuerte y políticamente por lo que se clasifica como una extrema derecha. Por otro lado, con el gobierno del depuesto Presidente Manuel Zelaya se fue asentando en la nación un nuevo polo de poder a través del Poder Ejecutivo de la nación. Este nuevo polo llegó al control de la nación “por la puerta trasera”, ya que el pueblo no ha votado jamás por un proyecto izquierda para dirigir la nación. Ya, siendo Presidente, el Sr Zelaya fue evolucionando de manera muy confusa, en sus primero tres años, pero al final cada vez más claramente a lo que América Latina conoce como el nuevo socialismo instrumentalizado por Hugo Chavez.

Por un lado, el estamento tradicional hizo “legalmente” todo lo que pudo para oponerse por las vías legales e institucionales para evitar que el Presidente Zelaya a lograra ganarse la voluntad del pueblo y ponerlo a su favor en la promoción de mecanismos( “consulta”, encuesta, 4ta urna”), palabras tan reconocidas hoy por los hondureños que finalmente llevarían a instaurar una Asamblea Nacional Constituyente, a fin de cambiar legal e institucionalmente el marco político, económico y finalmente ideológico, de la nación

La clase tradicional fue incapaz de articular una reacción inteligente que evitara que el Presidente Zelaya entusiasmara a las grandes mayorías desposeídas por ese proyecto a favor de una Asamblea Nacional Constituyente. Y el Presidente Zelaya logró. La clase tradicional emprendió una fuerte ofensiva a través de las instituciones y las leyes del país. Y el presidente Zelaya cayó en la trampa: arrinconado legalmente e incapacitado por las instituciones vigentes (tribunales, ministerio público) actuó con desesperación y empezó a actuar contra toda legalidad institucional hasta que perdió el apoyo de las Fuerzas Armadas de Honduras, a las que quería obligar a participar en la consulta popular declarada ilegal por los tribunales por su finalidad de cambiar la constitución” (1)

La mayoría de los hondureños ni están de acuerdo con Manuel Zelaya ni con Roberto Micheletti. Buscan la paz, la solidaridad, la democracia sin violencia. Como siempre los menos responsables son los más afectados, como los pobres, los desempleados, los enfermos. Como hermana dominica, mirando una situación con dos personas diciendo que son presidentes, me hace pensar que tal vez necesitamos otra Catalina de Siena para llamarles a los valores del evangelio y la justicia para todos. Es una crisis profunda y escucho los gritos de un pueblo que quiere cambiar y sabe que necesitan cambios pero no saben en qué creer o en quién. Es un pueblo que ama su patria y se duele por lo que está pasando.

Por Hermana Doris Regan O.P. ( residente de Honduras desde 1998 y anteriormente misionera en Bolivia en el tiempo de Banzer y en Perú en el tiempo de Fujimori)

•  P. Rafael Alvarado

 

 

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