Además como desde la mirada de la Orden, nunca hemos separado la espiritualidad de la teología misma y por eso, desde los presupuestos de Santo Tomás de Aquino estudiamos la moral como el “deber hacer“ que brota de esta concepción unificada e integral.
Esto nos supone una mirada nueva ante los areópagos que nos ofrece esta realidad con todas sus potencialidades y riesgos. Aquí radica la inteligencia de la mirada dominicana formadora de adultez y corresponsabilidad.
Así pues la espiritualidad cristiana y con ello, las personas con opción evangélica, no pueden prescindir de su mirada y respuestas que apremian al contenido creíble de su fe. Fray Marcio nos invitó a hacer un recorrido de las situaciones más apremiantes de nuestro Continente y qué respuestas damos como comunidad o colectivo.
El resultado fue un rosario de situaciones apremiantes y globalizadoras que compartimos desde norte a sur en iguales dimensiones antropológicas, sociales y económicas. Con ello, también detectamos y los grupos ofrecieron algunas pistas que podemos ofrecer a estar realidad para la construcción del Reino.
Por la tarde, fray Marcio nos invitaba a tener una mirada profunda al seguimiento que hacemos y acompañamos. El formador indica, propone no dirige esta experiencia que solamente ocurre en el ámbito personal y que debe confrontar con la vida, misión y destino del Maestro.
Esto se confirma en el seguimiento con los tres ámbitos precisos en relación con las opciones fundamentales de Jesús: la relación con el Padre, su relación con los marginados y en el ámbito de nuevas relaciones de servicio ante el poder.
Marcio también nos invitó a confeccionar la antropología dominicana en la formación. No menos importante en esta hora crucial de nuestra historia, es necesario acompañar el proceso adulto del hombre y mujer dominicanos pasando del homo rational a la persona contemplativa, del homo faber (producto de lo tecnológico) a la persona apostólica, del homo consumista a la persona solidaria y finalmente, del homo dominador a la persona reflexiva.
Al final de la tarde, trabajamos en pequeños grupos y precisamos sobre qué medios podemos discernir en situaciones concretas para poder crear un estudio común y responder así a lo detectado.
Culminamos con las vísperas animado por los hermanos y hermanas de México y luego de la cena, un momento de distensión comuntario a través de una noche recreativa animada por Jacinta de Brasil, y fray Martín de Nicaragua, allí pudimos conocer las destrezas danzantes de los y las participantes.
Ah se me olvidaba…muchas gracias, por el regalito personal que nos dieron los y las mejicanas luego de la oración matutina y por el tequilita el cual aunque poquito pero bendito (no se asusten nuestros y nuestras formand@s, no hubo multiplicación).
Gracias hermanos y hermanas.