Compartimos una crónica publicada por Artistas Dominicas sobre una visita a una escuelita en el marco del IV el PredicArte, realizado en Guatemala.
El día jueves 1 de Octubre en Guatemala, durante la realización del IV PredicArte, la mañana comenzó muy temprano y nos preparamos para vivir una extraordinaria experiencia, que, por primera vez, nos planteamos en el PredicArte y fue dedicar toda una mañana para proyectarnos en la realidad local.
Viajamos hasta la zona 3 donde las Hermanas Dominicas de La Anunciata están a cargo de una escuelita la cual está situada en una comunidad que se levantó en medio de un basural. En ese basural cientos de familias viven, trabajan y permanecen.
El recorrido por el barrio fue muy impactante, muchas veces nuestra imaginación no llega a dimensionar estas realidades y nuestros sentidos no están preparados para ver, oler y moverse en medio de aquello de lo que no nos sentimos parte.
Literalmente nos metimos en el barro y la basura, tapándonos la boca para que las moscas no tocaran nuestros labios, caminamos por callejones, pasillos y casas que se construyeron sobre montículos compactados de basura y el ritmo de nuestros pasos se aceleran o detienen junto a esa mezcla de sentimientos que nos genera caminar por esas callejuelas: miedo, inseguridad, compasión, impotencia…contemplación…
Llegamos a la escuelita y parece que el portón daba la sensación de entrar a otra realidad, no sólo un poco más segura, sino que los colores, los rostros y las sonrisas amables tenían unos trazos de mayor esperanza, de hecho, los niños de la escuela nos recibieron cantando “color esperanza”.
La Hermana Esperanza (casualmente o no, ese era su nombre) directora de la escuela, nos dio una cálida bienvenida y luego los niños comenzaron a desplegar sus dones convidándonos su ternura y alegría a través de representaciones, bailes típicos, muestras de gimnasia y hermosos regalos que nos hicieron los alumnos de todos los ciclos.
Luego de este precioso momento comenzamos a trabajar en diferentes talleres que habíamos preparado para ellos: Títeres y cuentos, reciclaje, bijoutería, expresión corporal y plástica. Fue increíble el entusiasmo con el que trabajaron los niños y con la alegría que terminaban sus obras y luego llevárselas con ellos. Terminamos exhaustos! Pero con esa sensación que todos sentimos cuando compartimos algo con otros: alegría, corazón ensanchado, conmoción….
Les dejo un pequeño videito que pude armar muestras esperábamos nuestro vuelo antes de regresar, no tenia las herramientas necesarias para la producción así que sepan disculpar la improlijidad aunque lo importante es compartir la experiencia. Gracias a las Hermanas De La Anunciata que durante todo nuestro recorrido nos acogieron, acompañaron y nos hicieron sentir parte de esta gran familia…
https://www.youtube.com/watch?v=ghF3jMjDpac&feature=youtu.be