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CODALC: Carta por Honduras

Este niño llorando en la calle,
y millones de personas crucificadas por la maldad humana
¿son dichosos a los ojos de Dios? ¿Cómo consolamos al que sufre?
¿Cómo se libera el pueblo crucificado?…
Diego Irrarázabal

Cochabamba, 22 de octubre de 2018

Queridos hermanos y hermanas

Nuevamente nos encontramos frente a otra tragedia humana, por ese deseo o sueño que toda familia, de todo grupo humano de un buen vivir, de una vida sin mal. Por ello no nos debe sorprender ver a tantos caminante hondureños… pero duele y por ello como hermanas dominicas de América Latina y el Caribe, como Familia Dominicana no nos puede dejar indiferente esta realidad y nos hacernos presente con nuestra indignación y por otro lado con la solidaridad, desde donde cada uno/a nos encontremos.

Nos unimos y solidarizamos al comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras, al pueblo que acoge y hace de puente de paso, especialmente a Comisión Episcopal de Pastoral Social de México que ya ha tomado acciones concretas para dar la mano…

Al forastero que viva con ustedes lo mirarán como uno de ustedes y lo amarás como a ti mismo, pues ustedes también fueron forasteros… Lev. 19,34. Estamos como Familia Dominica invitados a realizar un gesto concreto hacia nuestros herman@s que buscan una vida digna.

Que el Dios que camina con los migrantes por una vida más digna, les proteja y cuide, que encuentren en su camino personas compasivas, amigables y solidarias.

Equipo de CODALC

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