Con participación de laicas y religiosas de República Dominicana, Venezuela, Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia y en adhesión a la Semana Laudato Si, se realizó un encuentro para intercambiar saberes desde la economía familiar y comunitaria en tiempo de pandemia. La hermana Marcela Soto, promotora de Justicia y Paz e Integridad de la Creación de CODALC resume la reunión:
«Nos alegramos por la participación y el entusiasmo generado a partir del compartir experiencias y saberes de mujeres desde la economía familiar y comunitaria en tiempo de pandemia.
Con este espacio nos integramos a la celebración de la Semana de la Laudato Si organizada por JPIC de la Conferencia de Religios@s de Bolivia. De este modo nos abrimos y nos hacemos parte de las redes que luchan por el cuidado de la Casa Común…y afirmamos que estamos comprometidas con: Dar vida desde la madre tierra y vida en abundancia.
Nos encontramos hoy, 14 de mayo, por vía zoom, en el momento de acogida poníamos en común que seguimos con la pandemia y seguimos cuidándonos.
Se conectaron hermanas, monjas y laicas desde República Dominicana, Venezuela, Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, también de la Comisión de Jpic CBR.
Luego de forma sencilla Mariana, Misionera Dominica del Rosario y Jimena, teóloga laica, comparten de manera profunda y rica en cuanto a los saberes ante la tierra, sus cultivos, el cuidado para obtener frutos. Recojo algunas claves que a todas nos pueden ayudar a vivir como humanidad reconciliada con la madre tierra obra de Dios:
- Con ella se siente la vida toda.
- La importancia de hacerlo desde lo comunitario.
- La constancia y la perseverancia son fundamentales para enfrentar las dificultades.
- Dar tiempo a celebrar los logros y agradecer, recreando con la música y la danza, gestando una espiritualidad de la tierra.
- Buscar otros medios o vías para seguir adelante.
- Favorece la economía familiar y la solidaridad entre mujeres.
- Es un proyecto hermoso y gustoso.
- Lo importante es cultivar, no importa el tamaño de la tierra, desde un macetero, un jardín, patios… hasta grandes extensiones.
- El cultivar no es para acumular sino para vivir y compartir.
- Valoramos la creatividad e ingenio de la mujer.
Nos despedimos haciendo el gesto de poner las manos en la tierra, oliéndola, y compartiendo esta tierra que no es mía sino de tod@s, nos bendecimos y abrazamos hasta un próximo encuentro.
¡Gracias!»
Marcela Soto Ahumada dmsf. Promotora de Justicia y Paz e Integridad de la Creación, CODALC