La Hna. Marcela Soto nos envía la crónica del 28 de mayo, tercer día del curso, en el que los participantes se adentraron en el actuar, teniendo como tema: “Algunos recursos espirituales y psicológicos al servicio de la formación en tiempo de pandemia”.
Este día del curso de formación fue emotivo por la cercanía generada fruto de los días compartidos que se evidencia con los saludos, risas y palabras cargadas de emociones, entre frailes, hermanas y monjas contemplativas y laic@s.
La hermana Viviana inicia agradeciendo a todos/as por la asistencia e hizo una síntesis de lo recorrido durante los días de jornada. Luego da la palabra a Fr. Adhemar quien presenta a los principales animadores/as de la Orden. En este caso al Maestro Fr. Gerard Timoner, a través de un video saluda y agradece a los hermanos/as participantes e invita a estudiar el carácter sinodal del gobierno de nuestra Orden, también invita leer las cartas del Capítulo y la carta del Papa Francisco por motivo del jubileo e invitó visitar el sitio web de la Orden de Predicadores. Y resalta que la reunión de formador@s es un referente para la Orden.
Seguidamente presentó a la hermana Margaret Mayce, coordinadora de las Dominicas internacionales (DSI). Ella, resalta el servicio de la formación, la responsabilidad y la importancia de introducir a los nuevos miembros a la comunidad Dominicana. E indica que, aunque el agobio de la pandemia genere dudas, la gracia siempre nos rodea, y da posibilidad para aquellos que miran el mundo con una mirada contemplativa, la que permitirá guiar, formar a otros en el camino de la compasión, verdad, curación y la integridad.
Y comparte la sabiduría del Maestro Eckard: “Toma conciencia de lo que hay en ti, anúncialo, pronúncialo, prodúcelo y dalo a luz”
Seguidamente, las hermanas de Brasil inician con la oración, las cuales tuvieron problemas con el internet. Pero, ante el problema la hna. Sonia voluntariamente asume la responsabilidad para animar oración.
Finalizado la oración y ante la dificultad de conexión de la hermana Alejandra Marabotto, nuestro hermano Fr. Edgar Amado, maestro de Estudiantes de Paraguay presenta el tema “Sostener la esperanza desde la palabra” en la cual nos recordó que nadie estaba preparado para la pandemia, y que nuestros contextos vitales han sido zarandeados. El Covid ha debilita nuestro sistema inmunológico y pone en latencia las otras enfermedades, heridas, que se manifiesta en nuestras comunidades.
Desde la realidad que nos ha traído la pandemia recoge los pilares Dominicanos:
-Estudio: Los hermanos/as tuvieron que adaptarse a la modalidad virtual, con grandes ventajas y limitaciones, por ejemplo, las limitaciones de las relaciones interpersonales.
-La predicación: Ha obligado vivir la predicación al interior de la vida comunitaria y ha explicitado nuestras heridas, debilidades. ¿Cómo hemos ido dando pasos desde el hacer al ser?
-Vida comunitaria: Dimensión que más ha sido afectada, pues no estamos acostumbradas a la clausura. Y estar todo el tiempo juntos pueden ayudar o complicar las relaciones comunitarias. Pero es importante animarse a compartir nuestras debilidades.
-La oración: La pandemia ha favorecido una oración asidua, pero los protocolos de seguridad han debilitado la calidad de la oración.
Así mismo, Fr. Edgar comparte algunas propuestas para el acompañamiento de nuestros formand@s:
Iniciarse y profundizar en mostrar nuestras debilidades, ponerse a hablar de nuestras heridas.
-Generar espacios de dialogo horizontal para compartir lo que nos pasa.
-Dedicar un tiempo al acompañamiento personal.
-Poner en práctica una caridad concreta con los familiares de los frailes.
-Posibilitar espacios de esparcimiento fuera del convento.
-Brindar la posibilidad de que l@s formand@s vayan a visitar a sus familiares.
-Acompañar los estudios virtuales de l@s formand@s con otros espacios.
-Espacios de oración creativa.
-Involucrarse en campañas de voluntariado o de solidaridad.
Y termina con esta bella frase: Ante el sufrimiento estamos invitados a repartir el consuelo de Dios, porque nosotros primero fuimos consolados por Dios.
Seguidamente en la segunda parte La hermana Alejandra Marabotto, Dominica de Santo Tomás, comparte desde un punto de vista psicológico “la pandemia como un trauma”, un acontecimiento inesperado, frente al cual no se puede reorganizar inmediatamente, en donde la persona se encuentra en un estado de indefensión. Y el primer sentimiento que genera es la angustia, que se plasma en algún síntoma que se manifiesta a través de la irritación, violencia, estrés, etc. Desencadenando una depresión que atraviesa a todos.
Pero nos recuerda que el ser humano puede superar la oscuridad a través de esta caja de herramientas.
-Libertad: la formadora y el formador tiene que hacer notar que la responsabilidad del cuidado al otro es un alto grado de libertad. Y no entender la libertad como acción individual sin importar al otro. La libertad desvinculada de la fraternidad e igualdad es una amenaza.
-El amor, la fraternidad: En esta pandemia falta el amor erótico, el amor es corporeidad, es el contacto con el otro. Pero también es amor espiritual, que poco se ha hablado. Puedo estar con todos, se puede trabajar escribiendo como profundo medio de comunicación. La práctica de escribir es una práctica de toda persona que cultiva la vida interior. Y si se comparte crea una vida comunitaria de calidad.
Hay que desmontar una fraternidad idílica, y debe ser trabajado en toda su crudeza. Hay que trabajar la raíz de los problemas, para transparentar la unidad por encima del conflicto.
-La dimensión de la gratitud: Ha de ser trabajado, porque el mundo necesita gestos de gentileza. En nuestras comunidades tenemos miles de recursos por los cuales agradecer.
-Predicación: es necesario deconstruir un tipo de estudio que, con la verdadera pasión de Domingo, no interesa competir, los títulos sino caminar en el deseo y la curiosidad de conocer la verdad. Los formadores y formadoras han de mostrarse como hombres apasionados por el estudio al modo de Domingo. ¿Cómo me pongo en dialogo con la verdad? Y en este proceso se intenta vincular las Escrituras a la escritura que muchos genios han realizado, pues en los escritos se refleja la interioridad, el drama que uno vive. Y cultivar la pasión por aprender.
-Encuentro amoroso: El encuentro de pura casualidad termina siendo necesario. Todo invisible que nos impacta nos sirve de espejo a modo de orientarnos. El Covid dejará consecuencias a nivel físico y psíquico, pero solo la persona herida podrá curar.
A continuación, luego de un breve descanso, se procede al trabajo en grupo con las siguientes preguntas: ¿Entre las actitudes presentadas, ¿cuál o cuáles te parecen significativas para trabajar en la formación? ¿Qué más podemos hacer para sostener la esperanza/ consolar en estos tiempos de pandemia?
Posteriormente los grupos comparten sus respuestas en el chat y recogimos algunas de ellas:
Escucha, trabajo en equipo, estudio como medio de encuentro con Dios, predicación desde nuevas circunstancias, la oración más viva y participativa, mostrar las heridas, escribir la vida, libertad con y desde la necesidad de los demás, el acompañamiento mutuo. Relaciones horizontales, gestos de ternura, palabras consoladoras desde el corazón.
Y seguidamente se formulan preguntas a los ponentes. La hermana Alejandra concluye con algunas indicaciones:
-La depresión se manifiesta con síntomas diversos y hay que trabajar sobre el sentido de la vida, se busca expresar los sentimientos negativos.
-La escritura es dar forma a los movimientos internos donde todo es mezclado, con la finalidad de conocerse.
-En los periodos de depresión hay que distinguir a l@s formand@s con personalidad apagada y los que tienen depresión cuadro clínico. En la primera implica un proceso de integración y en el segundo requiere la ayuda de un profesional de la salud.
-Cuando hay una herida, la misma experiencia entre formando y formadora, puede acompañar, pero al mismo tiempo tiene que buscar con otra persona sanar sus propias heridas.
Posteriormente la Hna. Viviana invita realizar la evaluación online a través de la plataforma de google, Así mismo para poder recoger las sugerencias para el próximo evento.
Finalmente la Hna. Noemi y Fr. Luis Javier Rubio agradecen la participación y sobre todo por la tarea titánica de realizarse en torno al jubileo, en tiempo de incertidumbre que permitió alegrarnos y evoca las palabras de nuestro Padre Santo Domingo, “que sería de más provecho desde el cielo” y que el cuadro de Santo Domingo solo se entiende con la comunidad.
De esta forma el encuentro de formadores/as llega a su término con la oración final, la bendición de Fr. Luis Javier Rubio y la foto final.