Un grupo de personas, acompañadas por la Hna. Mariana Doñate, Misionera Dominica del Rosario, persevera en el proyecto de la “Huerta Hermosa y Sabrosa Los Alpes”. Allí, disfrutan, aprenden a valorar la naturaleza, mejoran la alimentación, fortalecen lazos y alaban a Dios por el don de la Creación.
La huerta está ubicada en Ecuador, en la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas, Cooperativa Los Alpes, barrio San Liborio. Oficialmente, el proyecto comenzó en marzo de 2020, al inicio de la pandemia de COVID19, aunque ya había una experiencia previa. Beatriz, una de las huerteras, comenta que es un sitio “muy bonito y orgánico”, “rodeado de mucha naturaleza, donde se respira un aire limpio, donde tenemos una variedad de hortalizas, flores, árboles y muchos animales” que habitan el lugar.
María, otra de las huerteras, indica que la Huerta Hermosa y Sabrosa es un área verde que, poco a poco, han ido transformando “en un lugar acogedor en el cual compartimos, nos recreamos y alabamos a Dios. Tenemos sembrado legumbres, plantas medicinales, ornamentales y frutales, árboles. Somos un grupo de personas, la mayoría mujeres”. “Preparamos la tierra, hacemos semilleros, desyerbamos, transplantamos. Como somos varias personas nos dividimos en grupos para la jornada”, explica. “La huerta significa mucho en mi vida, este espacio me ayuda a desestresarme y el tiempo que le dedico a la huerta es de provecho, recibo un producto sano cuando la he cuidado, también un producto libre de químicos. Ha cambiado mi vida tanto en una buena alimentación y en un ahorro total de dinero, las huertas me han enseñado lo valiosa que es la naturaleza y que debemos cuidar la tierra que Dios nos ha dado. Muchas veces no hay dinero para comprar los alimentos, pero teniendo una huerta, no nos falta que comer”, afirma.
Beatriz coincide con su compañera: “la huerta significa estar en contacto con el medio ambiente, fomentar la conciencia sobre la vida, compartir el trabajo en grupo, hacer dinámicas sobre el medio ambiente, sobre cómo cuidarlo”. Para ella, “la huerta significa todo, ahí me desestreso, salgo de la rutina de casa, comparto con mis amigos del grupo. El cambio que la huerta ha hecho en mi vida ha sido muy fructífero porque he aprendido a valorar, a fomentar y a hacer conciencia sobre la vida y el medio ambiente. La huerta me ha enseñado a respetar, conservar y cuidar la naturaleza, el medio ambiente, a cuidar el territorio donde nosotros habitamos, donde estamos viviendo, el entorno, y a respetar los recursos que obtenemos de ella y sus beneficios, porque sembramos, cultivamos, cosechamos, para el consumo de nuestra familia”.
María explica que “no es difícil aprender a cultivar, cuando te lo propones, te decides y lo haces con amor, se aprende”. Además, asegura que es una tarea que no le lleva mucho tiempo: “sabemos reunirnos desde las dos de la tarde hasta las cinco de la tarde y muchas veces, la mayoría del grupo queremos quedarnos más tiempo, pero igual ya nos toca ir a casa. Antes era a las ocho de la mañana, hasta las once, pero con lo que ya inició clases, cambiamos el horario y nos encontramos en la tarde, dos veces a la semana”.
“Lo que más me gusta cultivar… a mí todo me gusta, todo lo que hemos sembrado nos ha producido, gracias a Dios, plátano, maíz, fréjol, yuca, lechuga, brócoli, también me encanta sembrar flores”, comenta María y además refiere que cultivan sin químicos, porque hacen abono enterrando la basura orgánica y los yuyos que quitan del espacio de cultivo. Tampoco utilizan insecticidas: “para alejar las plagas, que son dañinas, usamos especies de cocina, ya sea ají, pimienta, jengibre en polvo, también para las hormigas, cuando la naranja se pudre crea una lama verde, eso nos ayuda bastante a alejarlas”.
Como puede observarse a través del testimonio de las huerteras, este proyecto de “Pastoral de Huerta”, que se desarrolla en una de las ciudades más grandes y contaminadas del país, aporta su granito de arena para mejorar la calidad de vida de quienes se animan a acercarse y aprender a cultivar.
Para conocer más sobre este proyecto:
https://portal.codalc.org/ecuador-hablar-al-corazon-desde-la-huerta/