Codalc

Una navidad con sabor ecológico

El lobo morará con el cordero,

y el leopardo se echará con el cabrito;

 andarán juntos

y un niño los conducirá.

 La vaca pastará con la osa

sus crías se echarán juntas

y el león, como el buey, comerá paja.

 El niño de pecho jugará junto a la cueva de la cobra,

y el niño destetado extenderá su mano sobre la guarida de la víbora.

 No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte,

porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor

como las aguas cubren el mar. (Isaías 11, 6-9)

 

fuegoEs una noche para no dormir “una noche de paz…noche de amor, en que “todo cantará en derredor”.

Así lo canta la creación entera que nos habla de eso con la sabiduría de la naturaleza…

La tierra… el aire… el agua… el fuego… el reino animal…  los árboles… las plantas.

Quizás ellos nos enseñen el camino de la paz y nos señalen rumbos nuevos… de cambio. Viene el rey del universo… parecen decir…

 

Hay fiesta que preparar… Viene Dios como un Niño.

Y el planeta se volvió puro signo.

 

olas en el marEl agua se derramó en fuentes y cataratas para decirnos que viene el Rey sembrando vida y animando los desiertos sobre la tierra agrietada.

El fuego animado por el viento puso tibieza en el invierno y frescura de oxígeno.

La tierra se descubrió lecho materno, acogiendo al agua y al fuego que esperaban al Rey por venir y se hizo camino aplanado para la espera.

Y tierra, agua, fuego y viento se dijeron: SOMOS HUELLAS DEL QUE VIENE… No somos la Vida, pero damos vida. Estamos para servir a la vida.

Porque Navidad es… nueva vida… comienzo…  nacimiento… comenzar a vivir.

Y… de rodillas ante el Rey… y para El.

 

El fuego calentó el cuerpo del recién nacido Rey y en el cielo se disfrazó de estrella señalando el lugar del nacimiento y el sol ardió adorando al Sol de justicia.

El agua le lavó las manos… y, callada y pura, dibujó el dolor en cada una de sus lágrimas y se hizo fuente bautismal de nuevos hijos.

La tierra se suavizó sirviéndole de cuna como una madre tierna.

¡El aire sopló oxígeno en el llanto de recién nacido, y como Espíritu que sopla donde quiere, llevó en sus alas la noticia “¡Ha nacido nuestro Rey!”

Y a la  tierra, aire, fuego y agua sumaron sus voces los árboles y los animales:

Y todo fue don… gracia.

El olivo se hizo aceite para la lámpara de cada espacio sagrado allí donde anida la raza humana.

La vid se convirtió en el vino de la alegría, y el trigo se amasó en un pan para todos. “Tomen y coman…Tomen y beban… todos. Palabra del Rey.

campo de floresLas flores se derramaron en belleza de colores y en perfumes.

La hierba que cubre el suelo se hizo colchón para ese niño rey.

El gallo cantó el alba de su nacimiento.

El burro con su aliento calentó el ambiente donde el Rey descansa.

El cordero ofreció la esponjosa lana de su cuerpo.

La vaca de ojos manso regaló su   leche.

El león y el tigre despojándose de su fiereza, se acurrucaron junto al cordero y la vaca, silenciando su rugir.

El coro de los pájaros cantó el primer villancico.

 

pesebreEn torno al Niño sacerdote y Rey que con Él nos hizo todos hijos de un mismo Padre-Dios se produjo la comunión del universo.

Fue el cielo en la tierra. La orfandad había desaparecido porque Dios los había visitado.

Y sin saber cómo, el agua dio la mano al fuego, el león besó al corderito y el coro cantó “Padre nuestro”.

El viento entusiasmado barrió las calles animado por el Espíritu, sacudió los árboles, abrió las puertas de los corazones del mundo y arrancó un fuerte clamor.

¡Por El…con El…y en El… 

con la tierra y toda la naturaleza en comunión,  cantaron los  coros de los ángeles:

¡GLORIA!!!  ¡En el cielo y PAZ en la tierra!

En medio de tantas voces estalló el silencio de María y de José:

“Si Él es la Palabra

Yo callaré

 

Fue una noche donde todo aconteció…  y sigue aconteciendo.

Deslumbrado el corazón ante tanta maravilla, el universo se inclina para decir:

 

Eres el pulso del mundo

Aquel que siempre está viniendo

En tu corazón se concentra el fuego de los siglos

Por toda la amplitud del universo mineral y vegetal te siento nacer…crecer…vivir…reír…hablar

Tú serás el fuego de mi sangre

tú serás mi camino y mi luz

la causa de mi alegría

la razón de mi existir y el sentido de mi vida

mi brújula y mi horizonte

mi ideal, mi plenitud mi consumación

Para Ti será mi última canción

 

FELIZ NAVIDAD… para vos… para ti… para usted… para nosotros y nosotras.

Y una pregunta:

¿Cuál es mi presencia… tu presencia… la nuestra,  en esta Navidad 2022, que haga posible el sueño y el clamor del universo?

 

Bibliografía: Ignacio Larrañaga y Juan Rollán.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio