NUEVA DIRECTORA DE DOMINICAN VOLUNTEERS INTERNATIONAL La Sor Lucía Fernández OP, oriunda de España, fue nombrada Directora del Dominican Volunteers International (DVI). Después de más de 30 años enseñando en Palencia, Sor Lucía llegó a Roma para asumir la dirección del DVI. Ella reemplaza a la Hna. Rose Ann Schlitt, OP, quien se fue agradecida por el apoyo en el trabajo realizado.
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EL DVI TIENE NUEVA DIRECTORA
Sor Lucía Fernández OP, oriunda de España, fue nombrada Directora del Dominican Volunteers Internacional (DVI).
Sor Lucía nació en La Vecilla, provincia de León, España. Es la tercera de 13 hermanos, lo que quiere decir que ha vivido en una gran comunidad desde pequeña. Siendo muy joven entró en el Noviciado que las Religiosas Misioneras de Santo Domingo tienen en Ávila. Cuando terminó el Noviciado estuvo en Madrid durante 2 años.
De allí fue asignada a Filipinas. Estudió Biológicas en la Universidad de Santo Tomás de Manila. Posterioemente, fue trasladada a Taiwán donde impartió clases en Dominican School por 3 años. Del continente asiático pasó a Latinoamérica, concretamente a Chile, donde se desempeñó como profesora y,principalmente, se abocó a la Pastoral familiar y al trabajo con jóvenes.
De vuelta en España, hizo Filosofía y Letras en la rama de Filología Inglesa en la Universidad de Valladolid y, simultáneamente, ejerció como profesora en el colegio que las hermanas tienen en Palencia.
Después de más de 30 años enseñando en Palencia, Sor Lucía llegó a Roma para asumir la dirección del DVI.
HNA. ROSE SE DESPIDE DE DVI
La Hna. Rose Ann Schlitt, OP, escribe una carta para decir su "Arrivederci, Roma": Ya ha llegado la hora de dejar a mi posición en Santa Sabina en Roma, pero no quiero decir adiós a DVI. Llevo conmigo la imagen de la torta iluminada del décimo cumpleaños y las 10 velitas que los ex voluntarios no pudieron apagar! Fue porque aquellas velitas fueron escogidas a propósito para simbolizar la segunda década en la vida de DVI en la Familia Dominicana. ¡Gracias a Dios!
¿Cómo podré despedirme a ustedes, voluntarios y voluntarias del pasado y del presente, y a los y las miembros de las comunidades de envío y acogida, con quienes he compartido una relación tan especial en la misión global durantes estos cinco años y medio? Les puedo agradecer por abrir sus corazones (y sus puertas) para escuchar el llamado, tomar el riesgo y asumir los desafíos – como también para cosechar los frutos que provienen de una respuesta sencilla e integral a una vocación misionera.
En mi propia experiencia, no ha habido una alegría más profunda, y ésta ha crecido al compás de acompañarles y compartir en sus experiencias de misión. Gracias por asumir su parte en la formación de DVI – el proyecto misionero común de nuestra Familia Dominicana – y por su disposición para tomar su lugar como laicos y laicas en la misión de la predicación con nuestras comunidades religiosas alrededor del mundo.
Desconozco en estos momentos el plan que Dios tiene para mi futuro, pero les puedo decir con certeza que me voy feliz en cuanto a DVI. Les llevaré conmigo en mi oración y seguiremos en la misión de predicar el evangelio en tantos lugares y formas diferentes. Anticiparé el boletín para conocer las noticias. Me despido de todos y cado uno con un corazón contento.