DOS DOMINICOS EJEMPLARES RECONOCIDOS POR EL PAPA BENEDICTO XVI
1.- Un milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios José María Lataste (1832-1869) que abre la puerta a su beatificación, pendiente de establecer una fecha.
El que será pronto nuevo beato nació en Cadillac-sur-Garonne, diócesis de Bordeaux el 5 de septiembre de 1832. Recibió en el bautismo el nombre de Alcide Vital. Apenas nacido contrajo una grave enfermedad que puso en peligro su vida, pero de manera inexplicable para los médicos, recuperó la salud.
Desde la infancia dio muestras de su vocación al sacerdocio, y sus padres lo enviaron al seminario menor de Bordeaux apenas cumplidos los 9 años, en 1841. Sin embargo, a los 14 años, en 1846 manifestó que no se sentía digno de la alta dignidad del sacerdocio, y continuó los estudios en el colegio de Pons, en Charente-Maritime, donde su padre, librepensador, le colocó en la sección de los laicos. Su gran anhelo era el de unirse a Dios por la oración, socorrer a los pobres y visitar a los enfermos. El director del colegio descubrió en él un niño de gran corazón y lleno de fe. Finalizados los estudios humanísticos volvió a la casa paterna en 1851.
Encontró un empleo en la administración de impuestos, como controlador supernumerario en Bordeaux, después en Privas en marzo de 1853, en Pau en octubre de 1853 y en Nérac en 1856. En Bordeaux se inscribió en la Sociedad de San Vicente de Paul para ejercitarse en las obras de misericordia. En Privas visitaba a los pobres y a los soldados, a los que impartía catequesis. En Nérac fundó una Conferencia de San Vicente de Paul. Sus miembros se ocupaban en la visita de los pobres, y en la difusión de buenos libros. Llevaba una intensa vida de oración.
En Privas encontró a la joven Léonide Cécile de Saint-Germain con la que se relacionó en vistas al matrimonio, pero se encontró con la oposición de su padre, que logró que le trasladaran a Pau en octubre de 1853. Cécile murió el 17 de noviembre de 1855.
El 4 de noviembre de 1857 ingresó en la Orden de Predicadores, en el noviciado de Flavigny-sur-Ozerain. También en este momento se resintió su salud, y sobrellevó los dolores propios de la enfermedad con gran entereza. Al fin llegó para él el día que calificaba como el más deseado, el de su profesión religiosa, que hizo el 10 de mayo de 1859. Tras realizar los estudios exigidos de teología en Chalais, Grenoble y en Saint-Maximin en Provenza. Recibió el presbiterado en Marsella el 8 de febrero de 1863.
Durante breve tiempo —seis años— se ejercitó en la vida apostólica. Desde 1963 a 1865 estuvo asignado en el convento de Bordeaux, de 1865 a 1866 al de Flavigny, y de 1866 a 1869 al de Dijon. En el de Flavigny fue maestro de estudiantes y subprior. En el resto del tiempo no cesó de predicar retiros, misiones parroquiales, cuaresmas y advientos.
Predicando un retiro en septiembre de 1864, a las mujeres de la prisión central de Cadillac le vino la idea de la fundación de una congregación religiosa, con el nombre de Betania. Su objetivo apostólico sería el de rehabilitar a las detenidas arrepentidas, conviviendo con el resto de las religiosas. El proyecto tomó cuerpo en 1866, con la colaboración de una ex religiosa de la Presentacion de Tours, Sr. Henri-Dominique (1822-1907). Después de larga búsqueda encontró una casa adecuada en Frasne-le-Château (Haute-Saône). Apenas comenzada la obra con la aprobación necesaria, experimentó intensa oposición. Contrajo una grave enfermedad pulmonar en febrero-marzo de 1868, mientras predicaba la cuaresma en la catedral de Nîmes.
Pasó los últimos días de su vida en el convento de Dijon y en el de la congregación en Frasne-le-Château. Aquí murió el 10 de marzo de 1869. Sus restos desde 1937 reposan en el convento de las dominicas de Betania en Montferrand-le-Château. El proceso de canonización comenzó en 1937. El 1º de junio de 2007 fue declarado “Venerable”.
Nació la nueva “Venerable” el 25 de marzo de 1889 en Chieti. Frecuentó la escuela en Cuneo, donde tenía el empleo su padre. En 1901 estaba ya en Bolonia frecuentando la escuela normal para el magisterio. A los 15 años obtuvo el título de maestra y comenzó a enseñar. Frecuentaba la iglesia de Santo Domingo y el ambiente dominicano. En 1909 hizo la profesión en la Tercera Orden. En 1910 pasó a Messina, muy destruida por un terremoto. Aquí colaboró con San Luis Orione. Se dedicó a la catequesis de los huérfanos. Por entonces nació en ella la idea de lo que será la Unión de Santa Catalina de Siena.
En 1912 llegó a Roma y se inscribió en el Instituto Superior del Magisterio. Eligió a Santa Catalina de Siena como madre y maestra y asumió su doctrina. Por entonces conoció al P. Ludovico Fanfani, O.P. que tanta parte tuvo en su vida y obra. Un año más tarde dio origen el Círculo Universitario Femenino Católico Romano (FUCI). Lo presidió hasta 1918.
En 1917 en la Celda de Santo Domingo, en Santa Sabina, emitió con tres compañeras su primera profesión en las manos del mencionado P. Fanfani. Consiguió la licencia en lengua y literatura italiana, y se inscribió para el doctorado en filosofía en “La Sapienza”. Consiguió el título en 1925.
En 1923 presentó al Papa Pío XI su proyecto fundacional de la “Unión de Santa Catalina de Siena”. El Papa lo aprobó con el nombre de “Misioneras de la Escuela”. A partir de entonces la nueva obra comenzó su difusión con el objetivo de llevar el evangelio a la escuela y a la universidad. Murió el 31 de mayo de 1976. La Causa de beatificación y canonización se abrió el 7 de febrero de 1990. Sus restos mortales reposan en la iglesia romana de Santa María sopra Minerva. La Congregación está presente en Italia, Pakistán, India, Polonia y Holanda.
Información e imágenes tomadas de www.op.org