Luego de los dos días de jornadas de reflexión, en torno al lema de la XIV Asamblea General de CODACL, las hermanas participantes compartieron en voz alta algunos desafíos iniciales que aparecen a partir del estudio comunitario del Evangelio.
Algunas propuestas:
- Es necesario que se mantengan la formación teológica y en en métodos y lenguaje para la predicación, a través de talleres, cursos, etc.
- Debemos trabajar en ayudar a nuestras hermanas a descubrirse como predicadoras, reconociendo y potenciando sus valores.
- Podemos romper esquemas, prejuicios, miedos e inseguridades y retomar nuestra vocación de predicadoras.
- La predicación debe partir desde una profunda experiencia de Dios, de la realidad y desde nuestras comunidades.
- Promover la predicación desde la etapa de la formación inicial, con prácticas en la misma comunidad.
- Que nuestros retiros y reflexiones sean dirigidos y acompañados por las hermanas.
- Continuar formando equipos de Predicación en las diferentes zonas y países.
- Crear puentes con nuestros hermanos religiosos y ser un modelo para la iglesia de cómo mujeres y hombres podemos trabajar como iguales.

Reacciones a las reflexiones de Hna. Bárbara Reid
Luego de los dos días de jornadas de reflexión, en torno al lema de la XIV Asamblea General de CODACL, las hermanas participantes compartieron en voz alta algunos desafíos iniciales que aparecen a partir del estudio comunitario del Evangelio.
Algunas propuestas:
Es necesario que se mantengan la formación teológica y en en métodos y lenguaje para la predicación, a través de talleres, cursos, etc.
Debemos trabajar en ayudar a nuestras hermanas a descubrirse como predicadoras, reconociendo y potenciando sus valores.
Podemos romper esquemas, prejuicios, miedos e inseguridades y retomar nuestra vocación de predicadoras.
La predicación debe partir desde una profunda experiencia de Dios, de la realidad y desde nuestras comunidades.
Promover la predicación desde la etapa de la formación inicial, con prácticas en la misma comunidad.
Que nuestros retiros y reflexiones sean dirigidos y acompañados por las hermanas.
Continuar formando equipos de Predicación en las diferentes zonas y países.
Crear puentes con nuestros hermanos religiosos y ser un modelo para la iglesia de cómo mujeres y hombres podemos trabajar como iguales.