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Encuentro de Justicia y Paz en Ouagadougou, Burkina Faso (África)

encuentro-justicia-dominicas-congoComparto con ustedes un breve resumen del Encuentro Justicia y Paz de la Familia Dominicana, que se celebró en Ouagadougou, Burkina Faso del 5 al 18 de enero de 2013, con el tema «Desarrollo enraizado en el carisma y en la tradición». La sesión reunía a 23 hermanas, miembros de 13 congregaciones de dominicas del África francófona de 10 países.

La primera reunión dedicada a la acogida y la presentación sirvió de introducción al proceso de integración y entendimiento mutuo para vivir esta sesión como Santo Domingo que tenía un espíritu abierto a la relación, un espíritu de amistad y de hermandad. En esta reunión y durante todo el encuentro, quisimos unirnos a todas las mujeres del mundo que trabajan en silencio y el anonimato para dar, salvar y proteger la vida, empezando por aquellas que nos engendraron.

encuentro-justicia-dominicas-congo1La sesión tenía varios sub-temas, entre otros: análisis de la realidad social, Identidad dominicana, Doctrina Social de la Iglesia, Objetivos del Milenio para el Desarrollo…. todos estaban articulados para hacer revivir o tomar mayor conciencia de la importancia de la promoción de la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación. Justicia que no debe entenderse solamente como una denuncia sino como un estilo de vida para cada dominica, para cada dominico.

Se hacía necesario relacionar siempre estos temas con nuestra vocación dominicana contemplando algunas figuras de hermanos y hermanas de la Orden, la realidad del medio donde vivimos y nuestra experiencia de justicia y paz en la vida cotidiana. Saber y tomar conciencia que, por extraño que pueda parecer, el trabajo por la justicia y la paz ha colocado siempre a la familia dominicana a la vez en el centro de la iglesia y a veces también en desacuerdo con la autoridad.

 Estar convencidas de que la promoción de la justicia y la participación en la transformación del mundo es una dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio – por lo tanto parte integral de nuestra vocación dominicana – para la redención del género humano y la liberación de todas las formas de opresión; frontera entre la vida y la muerte: o el desafío de la justicia y la paz en el mundo; la frontera entre lo humano y lo inhumano: el gran reto de los marginalizados; frontera de la experiencia cristiana: el reto de las grandes religiones; fronteras de la experiencia religiosa: o el desafío de las ideologías seculares; las fronteras de la Iglesia: o el desafío de los cristianos no católicos y de las sectas.

Trabajar por un mundo más humano, a través de la promoción de la justicia, la paz, la integridad de la creación y de los derechos humanos, especialmente los de las mujeres.

La llamada de todos estos días era a vivir en coherencia para que en este tiempo en el que la pobreza impone a tantos hombres y mujeres un trabajo incesante para apenas sobrevivir, demos al mundo como lo hizo Dominique, un testimonio colectivo y personal trabajando seria y eficazmente, viviendo sobriamente con nuestros recursos casi siempre módicos, y dando de todo corazón de lo que tenemos a quienes son más pobres que nosotras.

Y en solidaridad con los pobres en la búsqueda de la justicia, luchemos con ellos contra la pobreza, la ignorancia y la enfermedad, hasta lo más profundo de estas causas, para vivir con ellos el Evangelio y participar de esta manera, en la misión de Cristo extendiendo el reino de Dios, un reino de verdad y amor, de justicia y paz.

La tarea es ardua, por eso quiero terminar con esta oración audaz y humilde de nuestra hermana Santa Catalina para que nos conceda las gracias que necesitamos hoy en día en nuestra realidad: “En tu Luz, conozco mi propia necesidad y la necesidad de tu Iglesia y del mundo entero. Y porque la conozco en tu luz te pido esto: que nos llames a curar, a enseñar, a ser y a hacer justicia, a ofrecernos nosotros mismos completamente para la tarea de tu reino. No aceptes nuestra complacencia, danos un santo descontento, ponnos ante el desafío de tu justicia”. Lo pedimos en tu nombre, Jesús, Cristo resucitado. (Catalina de Siena) (Fuente http://www.misionerasdominicas.org)

Escrito por: Chantal Kamwanya, mdr, Likasi, RDCongo

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