En el marco de su visita al Vicariato Regional de la Provincia de Aragón en América del Sur, el Maestro de la Orden, Fr. Brunó Cadoré OP, mantuvo un breve encuentro con miembros de la Familia Dominicana uruguaya en el que invitó a ser humildes y alegres a la hora de predicar, al tiempo que destacó algunos objetivos prioritarios para la Orden en la actualidad.
Fr. Bruno comenzó su visita al Vicariato Regional presente en Argentina, Uruguay y Paraguay el 5 de julio y culminará el martes 9. Viaja acompañado por fray Esteban Pérez, Prior Provincial de la Provincia de Aragón; fray Javier Pose, Socio del Maestro de la Orden para América Latina y el Caribe y fray Prakash Lohale, Socio del Maestro de la Orden para la Vida Apostólica.
Tal como estaba previsto, el Maestro y sus acompañantes cumplen una apretada agenda que contempla reuniones individuales y en conjunto con los frailes, visitas a algunas obras sociales y pastorales y encuentros con la Familia Dominicana de cada país.
La visita al Vicariato comenzó por Argentina donde el Maestro se reunió con los frailes en forma conjunta e individual, en el Convento San José de Buenos Aires, y celebró la Eucaristía y el rezo de Laudes.
El sábado 6 el Maestro junto a Fr. Esteban, Fr. Javier y Fr. Prakash llegaron a Uruguay y se encontraron en la Casa “Santísima Trinidad” con todos los frailes en Uruguay. Tras compartir el almuerzo, visitaron la comunidad de la Capilla Buen Pastor del barrio Camino Maldonado y seguidamente, el Maestro se reunió en forma individual con los 6 frailes de esa comunidad.
El domingo 7 muy temprano Fr. Bruno sostuvo entrevistas individuales con los tres frailes de la casa “Nuestra Señora del Rosario” y a las 11 hs se reunió con miembros de las distintas ramas de la Familia Dominicana presentes en Uruguay: frailes, hermanas, laicos y del grupo juvenil “Antorcha”. El encuentro fue breve pero suficiente como para que cada rama compartiera lo medular de su trabajo apostólico y para que el Maestro delineara algunas prioridades para la Orden.
Consultado sobre la impronta y la mística que ha aportado a su servicio, visitando Provincias y Vicariatos en un tiempo récord, Fr. Bruno explicó que su trabajo reside en “recibir la predicación de la Orden y para esto se necesita descubrir cómo la gracia de la Palabra de Dios está trabajando en la vida de las hermanas, de los hermanos, los laicos, en todas sus dimensiones. Se trata de descubrir la creatividad del Espíritu Santo en la Orden”.
Puntualizó, en este sentido, que “la gracia de la Palabra que viene hacia nosotros acepta los caminos que nuestra vida humana ofrece”. “No somos discípulos de un Dios que dibuja todos los caminos de la humanidad. El nuestro es un Dios al que le gusta ver una humanidad que anuncia su Presencia, su Palabra, su Gracia, pero no define el camino para hacerlo, simplemente acompaña ese camino”. “Los viajes del Maestro son una oportunidad para ver los caminos que los hermanos y las hermanas transitan y descubrir con ellos y ellas la creatividad del Espíritu Santo que acompaña a la Orden en su predicación”, precisó Fr. Bruno.
HUMILDAD Y ALEGRÍA
Interrogado sobre las prioridades de la Orden hoy, el Maestro planteó dos actitudes a desarrollar y delineó tres objetivos.
Afirmó que “los que reciben la Palabra para darla al mundo, deben aprender a ser humildes y alegres”. Argumentó que es necesario ser humildes porque “en este mundo, hoy, los que reciben la Palabra, la Gracia de la presencia de Dios, no tienen ningún poder, ningún saber, ni tienen una posición que los ubica como autoridad suprema para los demás”. Destacó, en este sentido, que es imperativo “dejar al hijo de Dios hacer con nuestra vida Su Vida”.
Asimismo, Fr. Bruno aseveró que “este mundo necesita de la alegría”. Precisó que la alegría deviene de la creencia de que “la Gracia de la Palabra de Dios está presente y de que la gracia de la amistad de Dios con cada uno de nosotros está presente”. “Esa debe ser nuestra alegría, una alegría que se puede compartir en la vida de cada uno”, subrayó.
OBETIVOS DE LA ORDEN: LOS LAICOS, LOS JÓVENES Y LOS OLVIDADOS
Fr. Bruno planteó que la Orden tiene que dar a la Iglesia algo del carisma de la evangelización. En este sentido destacó que “hoy la Orden debe ser animada por la voluntad de ofrecer y despertar al mundo su capacidad de dar la Palabra y de recibirla”. Para lograrlo, el Maestro estableció tres prioridades: el fortalecimiento de la vocación laical, de los jóvenes y los olvidados.
Refiriéndose al laicado, Fr. Bruno indicó que “es importante descubrir que no son los sacerdotes y ni la jerarquía de la Iglesia los que deciden lo que la Iglesia debe ser. Es la Iglesia que se construye y que llama a los sacerdotes para que sean servidores de la tarea de evangelizar”. Una prioridad es “la llamada a la creatividad de los laicos para que ellos definan cómo construir la asamblea en Jesucristo”, afirmó.
Una segunda prioridad compartida por el Maestro son los jóvenes. Advirtió que “los jóvenes no deben ser un objetivo apostólico, deben ser los actores de la evangelización”. “Tenemos que llamar a los jóvenes a tomar su carga propia en la evangelización. Ellos reciben la palabra de una manera diferente, aman y conocen al mundo de una manera propia. La Orden y la Iglesia necesitan la creatividad de los jóvenes para evangelizar, no para ser evangelizados”, subrayó.
La tercera prioridad para la Orden planteada por Fr. Bruno son los olvidados. Explicó que “en este mundo hay dos corrientes: una muy fuerte, la de la mayoría, es la que tiene el poder, el saber, que piensa que su dirección es la única posible, y está la corriente de los olvidados, los que no cuentan para nadie en el mundo, en la Iglesia, en nuestros grupos”. Fr. Bruno manifestó que “no se puede mirar solamente a la corriente de la mayoría”, porque el Señor está en los olvidados, le gusta estar con ellos”.
“No se puede predicar si no nos abrimos a la amistad con los que no tienen nada. La amistad de Dios es para todos”, concluyó.
En la tarde del domingo, el Maestro y sus acompañantes visitaron el Hogar “San Martín de Porres” y se encontraron con grupos de Narcóticos Anónimos de la parroquia “Nuestra Sra. Del Rosario y Santo Domingo”. En la tardecita tomaron un vuelo hacia Buenos Aires, donde pernoctaron para, a primeras horas de la mañana de hoy, partir rumbo a Asunción. (Fuente: Cidalc al día)