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Carta abierta del Equipo de Justicia y Paz del Cono Sur para la Familia Dominicana

justicia y paz argentinaQueridos Hermanos y Hermanas: 

Estamos reunidos como familia dominicana en Buenos Aires, los días 9 y 10 de agosto del 2013. Somos responsables de la coordinación y articulación de las acciones de Justicia y Paz de la familia dominicana del Cono Sur.

Rezando, celebrando y reflexionando nos sentimos animados a saludarles fraternalmente a cada uno de ustedes, hermanos y hermanas, de las diversas instancias y organizaciones que forman nuestra familia y compartimos algunas alegrías y preocupaciones.
En la celebración de los 800 años del origen de la Familia Dominicana, recordamos que somos herederos del compromiso con los pobres y la renovación de la Iglesia. En la celebración de los 500 años de la conversión de Bartolomé de las Casas, recordamos que la conversión es un proceso histórico que parte de la lectura de la Biblia y de la vida. En la memoria del martirio de fray Tito de Alencar, celebramos el compromiso con la lucha por la liberación de nuestros pueblos.
En el marco de la fiesta de Sto. Domingo, nos dimos cuenta que la energía que nos movió en todos estos años fue la idea de que somos una única familia, trabajando por la Justicia y la Paz en los países del cono Sur (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Fueron muchas reuniones, encuentros y seminarios; espacios de estudios, intercambio y celebración que nos mostraron que el trabajo conjunto entre laicos, laicas, hermanas, hermanos y frailes, es un camino no solo viable sino urgente e indispensable. ¡Qué bueno sería que pudiésemos ampliar esa experiencia para todos los espacios de nuestra familia alrededor del mundo!
Desde la tierra del Papa Francisco, recordamos el desafío de sencillez y presencia entre los pobres. Unidos a nuestros pueblos, reflexionamos acerca de la dura realidad en la cual vivimos. Nos preocupa especialmente la compleja situación de los jóvenes, principales víctimas del actual modelo de sociedad, que tiene como una de las consecuencias el deterioro de las subjetividades; hecho que muchas veces potencializa la drogadicción y la violencia; a esto sumamos la miseria, la desigualdad social, la ineficiencia del Estado, la degradación ambiental y la indiferencia de nosotros.
Durante los días de reunión, renovamos el compromiso de trabajar como familia en la promoción de Justicia y Paz, fortaleciendo los equipos nacionales. Además de esto, intercambiamos experiencias y planificamos nuestras acciones e iniciativas conjuntas, entre las cuales está el Seminario sobre Derechos Humanos, a realizarse en la ciudad de Goiania, Brasil, en setiembre del 2015. El mismo será precedido por un proceso preparatorio en cada país del Cono Sur durante el 2014. Convocamos a todos y a todas para comprometerse activamente en este movimiento.
Juntos en estos días, redescubrimos lo que afirmaba el Capítulo General de Quezon City, que “la justicia es un elemento constitutivo de la predicación del evangelio”. Por eso, comprendemos que la Justicia y Paz es una espiritualidad, o sea, algo transversal en nuestra vocación cristiana y dominicana. Esta es una llama que llevamos: un ardor que traemos del pasado y nos impulsa a orientar nuestra sociedad hacia aquél “otro mundo posible”.

Equipo ampliado de Justicia y Paz de la Familia Dominicana del Cono Sur: Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay.

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