(Luis Miguel Modino).- En Brasil la Cuaresma está unida a la Campaña de la Fraternidad, que desde hace más de cincuenta años es un instrumento para desarrollar el espíritu cuaresmal de conversión, renovación interior y acción comunitaria, como la verdadera penitencia que Dios quiere que llevemos a cabo para prepararnos para la Pascua.
A través de gestos concretos la Iglesia Católica pretende transformar situaciones injustas y que no son cristianas.
Se podría decir que esta campaña, siguiendo la vocación profética que debe estar presente en la vida de todo cristiano, es una manifestación de evangelización libertadora. Este año el tema propuesto para la reflexión es: «Fraternidad: Iglesia y Sociedad» y el lema «Yo vine para servir». El objetivo a ser llevado a cabo es: «Profundizar, a la luz del Evangelio, en el diálogo y colaboración entre la Iglesia y la sociedad, propuestos por el Concilio Ecuménico Vaticano II, como servicio al pueblo brasileño, para la edificación del Reino de Dios».
En una sociedad donde la imagen cobra especial importancia, el cartel de la Campaña en el que aparece el Papa Francisco lavando los pies, supone una muestra clara de que el servicio es tarea común de todos los bautizados, independientemente de la función que desempeñen dentro de la Iglesia.
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Fuente: periodistadigital.com