En la apertura de la Campaña de la Fraternidad (CF) 2015, que cada año promueve la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) para el tiempo de Cuaresma, fue dado a conocer el mensaje que el papa Francisco envió a la CF el pasado 2 de febrero, en el cual destaca que “la Iglesia no puede ser indiferente a las necesidades de aquellos que se encuentran a su alrededor”.
Por eso, “durante los cuarenta días en que Dios llama a su pueblo a la conversión, la CF quiere ayudar a profundizar, a la luz del Evangelio, el diálogo y la colaboración entre la Iglesia y la sociedad como servicio de edificación del Reino de Dios, en el corazón y en la vida del pueblo brasilero”.
En su mensaje, Francisco también se refiere a la importancia de la contribución de la Iglesia frente a la laicidad del Estado, sin olvidar la autonomía de las realidades terrenas, según la Doctrina Social, con miras al bien del ser humano. “Cada uno debe hacer su parte, comenzando por su propia casa, en su trabajo, junto a las personas con las que se relaciona. Y de modo concreto, es necesario ayudar a aquellos que son más pobres y necesitados”, dijo el Papa.
Refiriéndose al lema de la CF 2015, “Yo vine para servir”, el mensaje del obispo de Roma recuerda las palabras de Jesús: “queridos hermanos y hermanas, cuando Jesús nos dice ‘yo vine para servir’, nos enseña aquello que resume la identidad del cristiano: amar sirviendo”.
Francisco concluye expresando su deseo de que “el camino cuaresmal de este año, a la luz de las propuestas de la CF, predisponga los corazones para la vida nueva que Cristo ofrece (…) y fortalezca en cada corazón sentimientos de fraternidad y de viva cooperación”.
A continuación, se puede acceder al texto del mensaje original.
ÓSCAR ELIZALDE PRADA
FUENTE: CNBB