“Nuestro Jubileo nos invita a volver a los orígenes de la Orden para recordar el momento fundacional, en el que santo Domingo envió a nuestros primeros hermanos fuera de su casa, de su familia, de su nación, para que descubrieran el gozo y la libertad de la itinerancia. ACP Togir, 40”
Con el lema ENVIADOS A PREDICAR EL EVANGELIO, la Orden de Predicadores, más conocidos como DOMINICOS, celebramos los ochocientos años de aprobación de la Orden por el Papa Honorio II el 21.12. 1216. Por feliz coincidencia se inicia el año del Jubileo de la misericordia, convocado por nuestro querido Papa Francisco.
La Orden de Predicadores, tuvo que ver con la creación de la Iglesia de Chimbote. Nuestro primer Obispo Prelado Mons. Carlos Santiago Burke, o.p. y los misioneros dominicos de la Provincia San José de Nueva York. ¿Qué vinieron a predicar a los pueblos de esta región? A Jesucristo vivo y resucitado, como ya lo hicieron los misioneros dominicos en tiempos de la colonia, en especial en Santa y la región de Ancash. Como dice nuestro Maestro de la Orden Fr. Bruno Cadoré, recogiendo las palabras del Capítulo de Trogir, en el cual estuve presente: “somos enviados a predicar la buena nueva de la resurrección de Cristo. Creemos que su Resurrección es la revelación definitiva del amor del Padre por Jesús y por el mundo. La resurrección de Cristo es la revelación más clara de “la misericordia de Dios por los pobres pecadores”. Predicar la resurrección consiste en predicar el nuevo camino de amistad con Dios” (Carta convocatoria para el Jubileo del MO)
Los primeros frailes, junto a su pastor Mons. Carlos S. Burke, o.p. fueron “Predicadores de la Gracia de Dios”. Esto es lo que vinimos a dar desde el inicio de nuestra predicación, ser portadores de vida, con la creación de parroquias como San Pedro, San José Obrero, Santa Rosa de Lima, Señor Crucificado de Santa, que ya estaba creada y dirigida en sus inicios por dominicos; Cristo Salvador de Coishco. El CAS (Centro de Acción Social) con la participación de P. David Farell, csc, el P. William Mc Intire, MM. Los frailes Lino Dolan, o.p. Enrique Camacho, o.p. Se preocuparon por la formación de la familia, MFC, la catequesis, con las Hnas. Dominicas Edwina, Catalina Allen, o.p. Martin Egan, o.p., la juventud, la doctrina social de la Iglesia, la orientación cristiana a los sindicatos. Las Hermanas dominicas del Sagrado Corazón con la Maternidad de Santa María, que siguen presentes, las Hermanas de la Paz. Presencia en la educación, colegios y universidades.
La misericordia hacia los pobres. Asumir las angustias, gozos y esperanzas del pueblo, se hizo visible en el terremoto del 31.5.1970 y en la reconstrucción de la vida y esperanza del pueblo. Y continúo hasta 1998.
La preocupación por las vocaciones. Fuimos cuatro sacerdotes, de los cuales quedamos en la Orden uno y otro por regresar. Se consolidó la comisión de Justicia y paz, la presencia en CINCOS y la fundación de CECOPROS, la pastoral juvenil y familiar. Esta semilla prendió en el corazón y el amor a nuestra Iglesia local. Hoy sólo quedamos con la Parroquia San Pedro, donde se continúa con EJE, la Familia Dominicana y la presencia de Radio Santo Domingo, que en sus inicios fue ideado y fundado por CECOPROS, y éste en el apoyo a la Diócesis con el periódico Mar Adentro y la página web. Promovimos la Lectio Divina
Que este Jubileo de la Orden nos sirva como “enviados a predicar el evangelio”, durante el año jubilar seguiremos el camino de la Palabra mediante la Lectio Divina “con el fin de animar y apoyar la renovación de nuestra vida dominicana por medio de una escucha atenta de la Palabra, una vida de oración y contemplación en el silencio y en el estudio” (Cf. ACG Trogir, 42 ). Con cuatro secciones: lectio, estudio, meditación y oración, será publicada diariamente en el sitio internet del Jubileo en los tres idiomas oficiales de la Orden: //www.op.org/es/jubilee (http://www.op.org/en/jubilee – http://www.op.org/fr/jubilee).(cf. Carta de MO)