“El mundo necesita escuchar una palabra de paz, justicia y cambio” y “los frailes y las religiosas deben tomar la iniciativa en ese sentido”, aseveró el Maestro de la Orden, Fr. Bruno Cadoré, ante 85 frailes y hermanas, integrantes de CIDALC y CODALC, reunidos esta mañana en la Casa de retiros de San Pedro Claver, en Bogotá.
Temprano en la mañana, los superiores de las entidades de América Latina y el Caribe, acompañados por el Maestro de la Orden, se dirigieron a la sede de la XV Asamblea General de las hermanas y comenzaron la reunión con una presentación de los equipos de CODALC Y CIDALC y luego de cada participante, por regiones. Asimismo, compartieron lo vivido en sus respectivas Asambleas.
Las hermanas anunciaron que el día anterior había sido elegida Coordinadora de CODALC la Hna. Noemí Zambrano, acompañada en su servicio de animación por la Promotora de Justicia y Paz e Integridad de la Creación, Hna. Marcela Soto, y por las Hnas. Teresa Pagán, Rosa Pérez y Valeria Nougués.
Seguidamente, frailes y hermanas se reunieron en pequeños grupos para acordar preguntas para ser planteadas a Fr. Bruno.
En sus respuestas, el Maestro recordó que “a la luz de Santo Domingo, la luz de la predicación debe estar encaminada hacia Jesús”. “Domingo siempre pensó su comunidad de predicadores alrededor de Jesús, dándole la Palabra al mundo para ser actores de comunidad”.
Fr. Bruno indicó que “lo realmente fundamental es dar testimonio al mundo que nos necesita más allá de nuestros capricho”. “No es fácil ser hermano o hermana, pero sí necesitamos hablarle a la familia del mundo”, subrayó.
Recordó que “somos una familia al servicio de la predicación” y puntualizó que “los laicos no son sólo los destinatarios de la predicación”, sino que se necesitan laicos formados y preparados para este ministerio.
Fr, Bruno recordó que “cuando un grupo es miembro de la Familia Dominicana, es importante que sea acompañado por los miembros de la Orden; hermanas o hermanos que podrían ayudarlos a elegir su modo de vivir, decidir su trabajo, formarse y tomar sus iniciativas”. “En la Familia Dominicana, los laicos son importantes para compartir experiencias de fe, porque no tenemos las mismas experiencias y tenemos que escuchar la variedad de experiencias”, expresó. Manifestó, asimismo, que la familia dominicana es “la que sigue a Jesús como un sacramento de la Gracia, que provoca la misericordia para la salvación”.
“Nadie puede decidir ser profeta, un profeta se le conoce por los demás”, aseveró Fr. Bruno, al tiempo que afirmó que la base de la vida común debe ser “el seguimiento de Jesús para construir con El un mundo de esperanza como signo de Dios”.
El Maestro de la Orden narró que en sus visitas cada vez más le toca ver cuántos son los que no cuentan para nada ni para nadie y destacó en ese sentido, que la misión de la Justicia y la Paz es hablar por aquellos que no cuentan, porque lo más importante no es ir a los pobres sino trabajar para que no haya pobres.
Respecto al Movimiento Juvenil Dominicano (MJD) el Maestro de la Orden señaló que “hemos hecho muchas cosas con los jóvenes, por los jóvenes, para los jóvenes” siendo la prioridad pastoral de frailes y hermanas pero destacó la necesidad de darles su lugar como actores de la evangelización. “Y ese es el objetivo del MJD, promover grupos de jóvenes que quieran comprometerse en algunas acciones y testimonios de evangelización”, precisó.
EL JUBILEO Y LA JUSTICIA Y LA PAZ
Seguidamente Sor María del Pilar Gaitán, monja contemplativa monasterio Santa Inés de Bogotá, compartió una reflexión en torno al Jubileo por los 800 años de confirmación de la Orden.
Luego de celebrar la Eucaristía presidida por el Vicario General del Vicariato de San Lorenzo Mártir de Chile, frailes y hermanas compartieron el almuerzo.
Por la tarde compartieron su trabajo Fr Mike Deeb, Promotor General de Justicia y Paz, Delegado ante la ONU; la Hna. Margaret Mayce OP , Delegada de DSI ante la ONU; y la Hna. Celestina Veloso, Promotora Internacional de Justicia y Paz.
Mañana las hermanas llegarán al Convento Santo Domingo para seguir trabajando con los frailes sobre actividades en común y compartir la Misa presidida por el Maestro de la Orden junto a miembros de la Familia Dominicana de Bogotá.
Fuente: op.org