El Papa Francisco canonizó el 16 de octubre al sacerdote argentino José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), más conocido como el ‘cura gaucho” quien, a lo largo de toda su vida, mantuvo un estrecho vínculo con la Orden de Predicadores.
San José Gabriel del Rosario Brochero y la Orden de Predicadores
José Gabriel del Rosario Brochero fue un sacerdote argentino de la antigua Tercera Orden de la Orden de Predicadores, hoy Fraternidad sacerdotal.
Brochero estuvo relacionado con la Orden dominicana desde el comienzo de su vida. Nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero, provincia de Córdoba, Argentina, el 16 de marzo de 1840. Localidad bajo el patrocinio de Santa Rosa de Lima, laica dominicana, patrona de América y de la Independencia argentina. Fue bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial consagrada a la santa limeña y entre sus nombres figura el de la patrona de Córdoba, Nuestra Señora del Rosario del Milagro.
Creció en el seno de una familia de profunda vida cristiana donde nació su vocación al sacerdocio. A tal fin ingresó al Colegio Seminario Ntra. Sra. de Loreto de la ciudad de Córdoba, capital de la Provincia, el 5 de marzo de 1856, y fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866.
En ese lapso de tiempo el joven seminarista José Gabriel del Rosario vio progresar las obras de la Iglesia de Santo Domingo, que se iniciaron en 1857 bajo la dirección de los hermanos Cánepa, abriéndose a la devoción del público en 1861 y dedicada el 28 de setiembre de 1862 por el Obispo de Córdoba Mons. José Vicente Ramírez de Arellano. Siendo seminarista, Brochero debió participar de los festejos que se prolongaron por quince días, durante los cuales hubo solemnes funciones religiosas a las que acudieron delegaciones de las distintas parroquias. Entonces, deseoso de profundizar su vida espiritual – según costumbre de los seminaristas y sacerdotes seculares- solicitó ser admitido en la Tercera Orden de Santo Domingo siendo aceptado por el Prior fray Braulio Laspiur el 26 de agosto de 1866, emitiendo la primera profesión en 1868. Esto implicaba el compromiso de intensificar su vida espiritual y el apostolado en las almas, como sacerdote terciario, mediante la educación, misiones, obras de caridad y asistenciales, atención a los enfermos. Fue el inicio de una relación con la Familia Dominicana que lo acompañó a lo largo de toda su vida.
A fines de 1869 asumió el extenso Curato de San Alberto con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas incomunicados por las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. El estado moral y la indigencia material de sus habitantes eran lamentables. El corazón apostólico de Brochero como el de Santo Domingo no se desanimó, sino que desde ese momento dedicó su vida toda no solo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus habitantes.
Con sus feligreses construyó más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias, fundó pueblos y se preocupó por la educación de todos. Solicitó ante las autoridades y obtuvo mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas. Proyectó el ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra uniendo Villa Dolores y Soto para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en que se encontraban: “abandonados de todos pero no por Dios”, como solía repetir.
Predicó el Evangelio asumiendo el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible a sus oyentes. Se entregó por entero a todos, especialmente a los pobres y alejados, a quienes buscó solícitamente para acercarlos a Dios.
En 1875, con la ayuda de sus feligreses, comenzó la construcción de la Casa de Ejercicios de la entonces Villa del Tránsito (localidad que hoy lleva su nombre). Fue inaugurada en 1877 con tandas que superaron las 700 personas, pasando por la misma durante el ministerio parroquial del nuevo santo, más 40.000 personas. Tres de las primeras tandas de retiros fueron predicadas por los dominicos como los mencionan los apuntes de las hermanas y los diarios de los jesuitas citados por el padre Beriguiztain. Para complemento construyó la casa para las religiosas, el Colegio de niñas y la residencia para los sacerdotes.
En 1888 participó en el Convento de Santo Domingo de Buenos Aires en la consagración episcopal de Monseñor Reginaldo Toro OP. Antiguo prior de Córdoba y Provincial de la Orden, fue nombrado Obispo de Córdoba el 1 de junio de 1888. Fue consagrado por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Federico León Aneiros el 19 de agosto de ese año. Dedicó su mandato especialmente a visitar las parroquias de toda su diócesis, especialmente en las localidades más pequeñas, muchas de ellas carentes de sacerdotes; continuamente partía en “misiones” a esos pueblos, acompañado del clero secular de la capital, acercándolo a los pueblos del interior y evitando que se concentraran solamente en la capital de su jurisdicción. Durante su gobierno, especialmente por su vocación misionera, tomó contacto repetidamente con la acción del santo cura. En 1898, queriendo premiar su intensa actividad y darle un tiempo de descanso, lo nombró canónigo de la Catedral de Córdoba. Brochero realizó allí una misión entre los penados de la cárcel para la que solicitó la colaboración de la Tercera Orden. En 1900 predicó los ejercicios a los internos.
Durante esta etapa Brochero desarrolla también una intensa actividad apostólica fuera de Córdoba. En 1901, convocado por los frailes de Tucumán, predica a los obreros de los ingenios azucareros de Lules, Medina y otros curatos de la campaña con opinión favorable de la prensa del momento. Repitió esta experiencia en 1906 y 1908. En octubre de ese mismo año de 1901, mientras estaba haciendo una de sus giras apostólicas, le tocó acompañar al obispo Toro, en una de sus visitas pastorales. El prelado sufrió un ataque de hemiplejía irrecuperable en el pueblo natal de Brochero, Santa Rosa de Río Primero, de modo que debió ser reemplazado en sus funciones pastorales hasta su fallecimiento en 1904.
José Gabriel del Rosario Brochero, denominado el Cura Gaucho, por su inculturación al estilo de vida de los habitantes de la campaña y dicho además en la Argentina de una persona noble, valiente y generosa; y también llamado por San Juan Pablo II, el Cura de Ars argentino, por su celo en el cuidado pastoral de sus fieles, regresó a la parroquia del Tránsito en 1902 donde permaneció hasta 1907 ya que debido a problemas de salud, renunció al curato, viviendo unos años con sus hermanas en su pueblo natal. Pero respondiendo a la solicitud de sus antiguos feligreses, regresó a su casa de Villa del Tránsito, muriendo el 26 de enero de 1914.
Ramón José Cárcano, historiador, abogado y político, dos veces gobernador de la provincia de Córdoba. Fue condiscípulo y admirador de Brochero. Siendo gobernador en 1916, y en consonancia con la opinión popular, dispuso que se cambiara el nombre de Villa del Tránsito por el de Villa Cura Brochero, al conmemorarse el segundo aniversario de la muerte del «cura gaucho».
La causa para el proceso de su canonización se inició el 17 de marzo 1967. Fue beatificado el 14 de septiembre de 2013 y canonizado el 16 de octubre de 2016.
Oración
Padre de todos los hombres, compadécete de nosotros, y dígnate escuchar las súplicas que te dirigimos por los méritos e intercesión de San José Gabriel del Rosario Brochero, sacerdote según tu Corazón y fiel pastor de una porción de tu rebaño. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Fuente: op.org