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Monseñor Martínez también explica que su ilusión era “poderle llevar (al Papa) a una comunidad nativa y que ahí pudiera disfrutar de lo que es la vida de los pueblos indígenas”. “Era muy difícil poder hacerlo”, prosigue el obispo, “así que hemos traído la comunidad aquí”. Monseñor Martínez asegura que ha preparado un encuentro “sencillo de estas comunidades con el Santo Padre, con la bendición, y luego un encuentro con poblaciones más vulnerables”.
“Estamos necesitando una revitalización, igual que en toda la Iglesia”, reflexiona el obispo de Puerto Maldonado, que explica que “durante muchos años la Amazonia ha recibido misioneros de muchos lugares del planeta, de latitudes en las cuales la crisis vocacional hace que ya no se puedan enviar tales misioneros”. “Ahora les toca a las propias iglesias empoderarse y a la población local asumir este reto que se les ha dejado” continúa monseñor Martínez. “Los pobladores de la Amazonia tienen que ser sus propios evangelizadores”.
Tomado de: cope.es