El sábado 2 de octubre, el laico dominico Jelson Oliveira, coordinador de la Comisión Dominicana de Justicia y Paz en Brasil, mantuvo una charla con el grupo de estudiantes universitarios Juntos Abriendo Caminos, que es acompañado por las Hermanas Dominicas de Ntra. Sra. del Rosario y Sta. Catalina de Siena en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Oliveira es profesor de posgrado en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Paraná e investigador en el Consejo Nacional de Investigación de Brasil. Escribe en torno a temas como el nihilismo, la ética medioambiental, la tecnología, la filosofía animal y la filosofía vegetal.
Jelson Oliveira se basa en la filosofía de Hans Jonas (1903-1993), quien a fines de los 70 comenzó a hablar del principio de responsabilidad. Según explica Oliveira, hasta entonces, las éticas estaban centradas en la vida humana, sin considerar a la naturaleza o a los seres no humanos. Se tenía la idea de que la naturaleza era muy grande y que no podíamos afectarla, por lo que no era un problema ético.
Cuando hablamos de “amar al prójimo como a nosotros mismos”, ¿quién es el prójimo? Para Oliveira el prójimo podrían ser las flores, las vacas, los leones, pero siempre pensamos que el prójimo es otro humano, porque las éticas tradicionales no incluían la vida no humana.
Además, la ética en general trata sobre el presente, no sobre el futuro. Así, el prójimo es una persona que vive en nuestro tiempo. Sin embargo, puede ser alguien que viva en otro momento. Con el problema ambiental debemos pensar en nuestras acciones a futuro, en el impacto que tendrán sobre las próximas generaciones. Necesitamos una ética del porvenir.
En tercer lugar, la ética suele referirse al mundo privado y piensa en las acciones individuales, no mira lo colectivo. Para Oliveira, hoy necesitamos reencontrarnos con la cuestión política y pensar en forma colectiva temas como el cuidado de la casa común.
En síntesis, retomando a Jonas, el docente propone una ética para seres vivos no humanos, para el futuro y colectiva, que pueda ayudarnos a afrontar el problema más serio de nuestra civilización: la posibilidad de que la humanidad desaparezca.
¿Por qué tenemos que responsabilizarnos?
Oliveira explica que debemos cambiar nuestro estilo de vida, porque si lo que hacemos es un problema para la humanidad, entonces es un problema ético. No podemos seguir pensando “alguien va a cambiar, pero no voy a ser yo”, ni podemos seguir esperando que nos salve la tecnología. Somos nosotros, los humanos, los únicos seres vivos a los que se nos fue dada la racionalidad, los responsables de vivir con un estilo de vida que lleva a la extinción de otros seres vivos.
Esta situación trágica nos encuentra en un momento difícil en cuanto a los valores, esas reglas y principios que rigen y orientan la dirección del bien común. Los valores ya no son valorados. Son necesarios para que podamos cambiar, pero no los tenemos. Para muchos ya no es incuestionable, por ejemplo, la dignidad humana. Necesitamos reunirnos en torno a principios claros y sin embargo vivimos en el nihilismo.
Oliveira señala que, para Jonas, el valor más importante debe ser el de la responsabilidad. Esta requiere conocer los efectos, los impactos, las consecuencias de nuestras acciones. Es una responsabilidad orientada hacia el futuro que nos lleva a preguntarnos, por ejemplo, de dónde viene el teléfono nuevo que compramos, cómo fue su proceso de producción y a dónde va cuando lo desechamos.
Pero ¿por qué tenemos que responsabilizarnos? Porque somos los únicos capaces de hacerlo. Algunos animales pueden llegar a tener cuidado con su prole, pero no van más allá. En cambio, los humanos podemos responsabilizarnos por los otros seres. Y porque podemos, entonces debemos hacerlo para realizar plenamente lo que somos. Como somos los únicos capaces de asumir la responsabilidad, debemos hacerlo para ser plenamente humanos.
Oliveira afirma que necesitamos escuchar “el clamor de las cosas mudas”. La vida, en general, clama “yo deseo vivir, necesito vivir y crecer”. Los seres vivos intentan permanecer vivos, la vida quiere vivir más. Somos los únicos que lo comprendemos y por eso es nuestra obligación preservarla. Tenemos una responsabilidad, somos parte de una red de solidaridad de intereses. Para Jonas, el hombre participa de un sistema y la solución no es quitarlo de él sino integrarlo más.
Aporte dominico
En 1511 Fray Antonio Montesinos denunció la crueldad con la que se trataba a los indígenas en las encomiendas de América. En un famoso sermón preguntó a los feligreses: “¿estos, no son hombres? (…) ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos?”. Para Oliveira, si Montesinos viviera en la actualidad, ante el problema ambiental bien podría decir: “¿estos, no son seres vivos?”.
Oliveira afirma que los derechos de los pueblos originarios y los derechos de la naturaleza deben ser parte de nuestras luchas. Como familia dominica, debemos afrontar la ecología como un desafío político, generando cambios a partir de las pequeñas acciones cotidianas. Para esto, ayuda leer los documentos Laudato si’ y Fratelli Tutti, del Papa Francisco, que invitan a cambiar el estilo de vida.
Oliveira destaca que, en este tiempo en el que las élites del mundo ya no creen que sea posible vivir todos en un mismo planeta y buscan mudarse al espacio, la ética nos mueve a hacernos responsables, no sólo desde el conocimiento sino desde el sentimiento. No por obligación, sino por sensibilidad. Ya hay mucha gente haciendo cosas en todo el mundo y es necesario visibilizarlo y hacer nuestro aporte.
Fragmento del sermón de Fray Antonio Montecinos
«Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo». (Fray Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias).
Jelson Oliveira
Jelson Oliveira es laico dominicano y actual coordinador de la Comisión Dominicana de Justicia y Paz en Brasil. Trabajó durante muchos años en la Comisión Pastoral de la Tierra en el estado de Paraná, en el sur de Brasil. Actualmente es profesor del programa de posgrado en Filosofía (maestría y doctorado) de la Pontificia Universidad Católica de Paraná. Es investigador del CNPq (Consejo Nacional de Investigación) en Brasil y ha escrito y organizado más de 40 libros, así como numerosos artículos publicados en periódicos y revistas científicas nacionales e internacionales. Sus investigaciones giran actualmente en torno a temas como el nihilismo, la tecnología, la ética medioambiental, la responsabilidad, la filosofía animal y la filosofía vegetal.