Mi nombre es Sor M Yelitza Ayala Gilot, OP. Estuve dos semanas asistiendo a la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer 68 en representación de las Hermanas Dominicas de Fátima y la Conferencia de Hermanas Dominicas de América Latina y el Caribe (CODALC) del 10 al 22 de marzo de 2024, en la Sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. En mi ministerio en Puerto Rico trabajo con familias, especialmente con mujeres y niños que sufren violencia doméstica y de género y, también con el empoderamiento de las mujeres para que puedan iniciar sus propios pequeños negocios. Para este evento de la CSW68 nos hemos reunido con otras Hermanas Dominicas de todo el mundo representando los diferentes continentes. Esta ha sido la primera bendición de esta experiencia, conocer cómo las religiosas Dominicas están repartidas por el mundo trabajando por el bien de todos, llevando el amor de Dios a cada rincón, enfrentando muchos desafíos, pero siempre con la fe y la esperanza de que la Verdad nos hace libres, la verdad de reconocer que todos somos hijos de Dios.
Asistir a las conferencias de la ONU en la CSW68 me ha ayudado a ampliar mi horizonte a nuevas culturas y a descubrir cómo las mujeres y las niñas enfrentan los desafíos. En estas conferencias se nos explicó cuántas caras puede tener la violencia y cuán grande es el dolor y el sufrimiento de las mujeres y niñas que no pueden hacer posible el cambio por falta de oportunidades, buenas políticas y leyes justas. El tema de la CSW68 fue: “Acelerar el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas abordando la pobreza y fortaleciendo las instituciones y el financiamiento con una perspectiva de género”. En mi interior surgen muchas preguntas sobre cómo podemos hacer que las cosas sean posibles y tangibles para las mujeres y las niñas. Este compartir y encuentro con personas comprometidas alrededor del mundo me han ayudado a encontrar nuevos caminos y estrategias para el empoderamiento, la motivación y la apreciación de las mujeres y las niñas en la sociedad global, comenzando en mi lugar de acción local. Finalmente, me vienen a la mente las palabras del sacerdote dominico del siglo XVI, Fray Antón de Montesinos, cuando defendió los derechos de los indígenas y esclavos declarando: “¿No son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como os amáis a vosotros mismos?” Sabiendo que hoy todavía tenemos mujeres y niñas que sufren violencia, esclavitud y humillación, puedo plantear estas mismas palabras y preguntar: “¿No son mujeres? ¿No son capaces y poderosas? ¿Acaso no son dignas?” Sí, lo somos, todas las mujeres y niñas lo somos. Las mujeres, en toda nuestra diversidad, somos poderosas, capaces y dignas.