II ENCUENTRO DE MUJERES PROFESIONALES
DOMINICAS EN CIENCIAS HUMANAS
6 AL 10 DE JULIO DE 1999 – Bogotá, COLOLOMBIA
Entre los días 6-10 de Julio de 1999 estamos participando 50 Dominicas entre Laicas y Religiosas del II Encuentro de Ciencias Humanas convocado por Codal en la ciudad de Santa Fe de Bogotá.
Iniciamos este día de encuentro con un momento de oración donde pusimos en manos de María las distintas realidades de nuestra América Latina sufriente, especialmente de la situación de violencia de los derechos humanos que está padeciendo este bello país que nos acoge. Joana O'Shanahan, nos dio la bienvenida haciendo un recuento histórico de la vida de Codal y presentando a la Hermana Liliana Badaloni, como coordinadora de este encuentro.
Seguidamente Teresa María Gallardo, nos invitó a presentarnos por países personalmente y como Congregación compartiendo también una buena noticia de cada país. Posteriormente Liliana Badaloni, presenta el II Encuentro de Ciencias Humanas de Dominicas:
La pretensión de este encuentro es posibilitar un fuerte espacio de diálogo para avanzar, profundizar en el tema de las Ciencias Humanas en medio de situaciones de conflicto como las que se viven en el país que nos recibe y por otro lado con las distintas realidades de los diferentes países.
Al mismo tiempo esto nos enriquece porque las Ciencias Humanas no están al margen de la vida misma. Reflexionaremos sobre la práctica, nos animaremos mutuamente a realizar un proceso de reflexión sobre la vida y realidad de la vida que nos cualifique en cada una de nuestras profesiones.
Tenemos que animarnos a dialogar, a pensar juntas, sin miedos, a dejarnos sorprender, a dejar de lado prejuicios. Animarnos a darle lugar a la crisis -si viene-. Animarnos a dejar fuera la cerrazón de mente y de corazón. Es el modo de hacer crecer hoy las ciencias, de acrecentar el compromiso, es el modo de acercarnos a Jesús desde la vida y problemática de nuestros pueblos.
Que el encuentro de Ciencias Humanas nos permita crecer en lo científico, con la conciencia que el objetivo del encuentro de Ciencias Humanas no se alcanzaría o no consigue en cada una de nosotras un cambio de actitud, una apertura a un horizonte mucho más amplios que los dogmas, mucho más amplios de nuestros límites, hasta de nuestra fe.
Queremos acercarnos a la Verdad desde las distintas realidades, desde diferentes marcos teóricos que nos posibiliten integrar con amplitud la reflexión sobre la realidad y favorezca nuestro compromiso como dominicas "libres para la misión". Timothy Radcliffe nos invita en su carta sobre el estudio a la interdisciplinariedad donde cada ciencia valga por sí misma, donde cada ciencia desde su identidad ayude a la otra en el proceso de crecimiento de la ciencia.
Que las ciencias humanas ya no sean siervas de la teología sino que una necesite de la oración para profundizar en las mismas. Necesitamos en este encuentro generar un espacio de complementariedad, de libertad, donde nos dejemos cuestionar y cuestionar nuestro compromiso, nuestra vida y nuestra fe. Un espacio que permita pensar en libertad para ser escuchada, para favorecer el crecimiento mutuo y también para escuchar lo diferente. Cada ciencia tiene su objetivo pero lo que nos une es el servicio a la realidad común. Las distintas experiencias y realidades de las participantes serán en estos días el marco de fraternidad que favorecerá la realización del encuentro.
Necesitamos que todas participemos desde cada ciencia para trabajar en diálogo con las otras ciencias para trabajar a favor de la misión. Necesitamos tener una experiencia interdiscursiva que incluya los distintos lenguajes de las ciencias y de la realidad, para abordar la reflexión.Nuestra pretensión no será ya una reflexión para transformar la realidad como en los años '60-'70 sino reflexionar para incidir en nuestra sociedad con una actitud humilde, abierta al diálogo y aceptando los aportes de las diferentes ciencias en y desde cada realidad.
Queremos animarnos a profundizar eso de "que la única verdad es la realidad", queremos tener nuevos elementos para abordar la realidad, para construir la verdad en nosotras. Construir la verdad no significa que no exista una verdad objetiva, como se expresa en el documento "Libres para la misión" sino que me trasciende de tal manera que en mi persona necesito buscarla, encontrarla, construirla.. En mi crecimiento, en mi maduración la verdad se va haciendo, la voy descubriendo en la medida que camino conscientemente en la vida.
Construir la verdad no significa que la verdad objetiva no exista sino que cada hombre y mujer necesita en su vida hacer un camino que le permita construirla. La fe auténtica depende de esto. Es un planteo profundo para la evangelización.