Texto del discurso pronunciado por fray Amir en la ONU en Ginebra (16/09/2014) y en el Parlamento Europeo en Estrasburgo (18/09/2014).
Desde la toma de la ciudad de Mosul por el llamado Estado Islámico, los cristianos junto a otras minorías en Irak han recibido un duro golpe en el núcleo de su vida. Hemos sido testigos del desplazamiento de más de ciento veinte mil personas, en su mayoría cristianos que han sido desterrados, claramente humillados, y despojados de sus posesiones, su dinero y sus pertenencias, incluyendo sus hogares. Su único crimen ha sido negarse a renunciar de su fe.
Estas personas que ahora viven en la diáspora como refugiados están viviendo en condiciones muy precarias y deplorables y sin ninguna ayuda. Esto se está convirtiendo en una catástrofe humanitaria nacional e internacional sobre todo porque se acerca el invierno y con él, una mayor posibilidad de un brote epidémico de todo tipo de enfermedades, como enfermedades de la piel que se pueden propagar rápidamente. Cada día que pasa, las personas desplazadas pagan un alto precio por su existencia, sus posesiones y su dignidad.
La gravedad de las brutales atrocidades del ISIS a los cristianos y otras minorías en Irak supera todo lo imaginable. Entonces, ¿cómo puede ser que el mundo islámico y la comunidad internacional estén en silencio? ¿Dónde está la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la normativa internacional cuando venden de forma pública a mujeres en el mercado de la ciudad de Mosul? ¿Dónde están los derechos humanos cuando los cristianos, yazidíes y otras minorías están siendo brutalmente asesinados y sus casas son saqueadas? ¿Durante cuánto tiempo va a seguir el mundo mirando en silencio mientras continúan las atrocidades a diario? ¿Está esperando el mundo a que cometan más atrocidades antes de hacer algo para detenerlos? ¿Dónde está la conciencia del mundo? La situación que estamos viviendo en Irak es una campaña sistemática de expulsión y destrucción de todas las minorías.
Desde el 6 de agosto nuestros hermanos y hermanas cristianos han sido desplazados y no tienen un hogar, nuestros niños han estado fuera de las escuelas, los enfermos y los ancianos han sufrido mucho y muchos han muerto sin dignidad ni un entierro apropiado. Nuestros pueblos y ciudades aún están ocupadas por el Estado Islámico. La comunidad internacional – Estados Unidos y la UE – tienen una responsabilidad moral e histórica por lo ocurrido en el pasado y que todavía está sucediendo. Por lo tanto, uno se pregunta por qué no se han tomado medidas concretas para hacer frente a esta crisis, como si estas personas fueran sub-humanos o no humanos.
Incluso la comunidad musulmana tampoco ha dado ningún paso en serio para hacer frente a estos actos de barbarie cometidos en nombre del Islam contra la vida, la dignidad y la libertad de los cristianos, yazidíes y otras minorías. A estas personas inocentes se les ha negado su derecho natural a vivir en paz y con dignidad. Han sido perseguidos por el ISIS que ha saqueado sus casas y propiedades como ¡»botín»!
Muchos de estos desplazados están ansiosos por volver a sus pueblos y casas en la llanura de Nínive y quieren vivir allí en paz y seguridad. Sin embargo, esto sólo se puede lograr con la cooperación de la comunidad internacional, el gobierno Iraquí y el Gobierno Regional de Kurdistán. Por lo tanto, necesitamos un apoyo internacional urgente y eficaz y el apoyo de todas las personas de buena voluntad para salvar a los cristianos y los yazidíes. El silencio y la inacción sólo alentarán a los fundamentalistas del ISIS y se traducirá en más tragedias.
El peligro que representa el ISIS no es sólo contra Irak y sus vecinos sino para el mundo entero. Es como un cáncer que asola nuestro mundo. A partir de este cáncer, esta tragedia del fundamentalismo religioso podría extenderse por todo en el mundo. ¿Dónde están los intelectuales religiosos musulmanes y los eruditos, que deben examinar críticamente este peligroso fenómeno y combatirlo mediante la difusión de los verdaderos valores religiosos; la cultura del amor fraternal, el respeto mutuo y la aceptación de los demás como seres humanos con derechos?
En consecuencia, pedimos a todo el mundo, representado por el Consejo de Seguridad y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y todas las instituciones que se ocupan de los derechos humanos, lo siguiente:
La formación de una coalición internacional para ayudar al gobierno iraquí a liberar a los pueblos y aldeas cristianas y yazidíes de Irak de manos del llamado Estado Islámico (ISIS).
La formación de una fuerza de protección internacional para proteger estas áreas después de su liberación hasta que el estado iraquí sea capaz de formar y entrenar a una fuerza regular para proteger la zona de posibles ataques internos o externos.
Debe presionarse al gobierno iraquí para que ponga en marcha una estrategia clara de compensación para los que sufrieron pérdidas, especialmente las minorías que han sido arrasadas mediante saqueo, actos de vandalismo y de destrucción.
Que el nuevo gobierno iraquí se comprometa a llevar ante la ley a todos los que participaron en el saqueo de las casas de los cristianos y yazidíes, que en su mayoría fueron traicionados por sus vecinos. El proceso judicial debe servir como una lección y un elemento de disuasión para el futuro.
Fray Amir Jajé, es un fraile dominico de Irak que vive y trabaja en Bagdad. Es de la Provincia de Francia.
Fuente: dominicos.org