Querida Teresa María, celebrar hoy “50 años de vida consagrada”, es un buen motivo para detenernos y dar gracias por el don de la vocación, el don de tu vida en nuestra congregación.
Hace 50 años, este Dios que se encarnó en la historia, y que hoy celebramos, te invitó a ser parte de este proyecto de Piedad y Caridad de nuestra Madre Elmina. Has acogido y has sido fiel a su invitación y damos gracias por eso, por tu entrega generosa, en donde cada día has ido desplegando, tejiendo el sueño de Domingo, Elmina Y Ángel María.
Celebrar “Bodas de Oro”, es una invitación más “Contemplar y a dar lo Contemplado”, que este día como María puedes entonar el “Magníficat”, y que en esta parte de tu camino sigas hallando la ternura y la misericordia insondable de un Dios que es Padre y Madre.
Deseamos que en este día al celebrar “Bodas de oro” puedas seguir diciendo: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Gracias por tu vida y predicación que es un Don entre nosotras. Nos unimos a tu acción de gracias!
Muchas Felicidades!