Codalc

Perú y la Tercera Orden de la Penitencia

peruEn el Perú, la Tercera Orden de la Penitencia, surgieron allí donde se fundaba un convento dominicano, con la finalidad de apoyar la cristianización de los naturales. En lo que se refiere a su estilo de vida, era cosa de opción y decisión personal.

En el caso de las mujeres, preferían realizar su misión en su hogar y desde su hogar, como el caso de Santa Rosa de Lima (1586- 1617) y la Venerable Sierva de Dios Feliciana de Jesús, hermanas terciarias de nuestra Orden (1600-1632).

Estas laicas dominicas, vestían unas a la usanza del pueblo y otras, con el hábito de la Orden. De estas últimas escribió Meléndez: “Andaban por las calles algunas mujeres vestidas de hábito de Terciarias que edificaban con su compostura y movían a sagrada emulación a las más descompuestas”…Otras, se recogían en los Beaterios. No hacían votos religiosos, pero se comprometían a llevar un estilo de vida de oración y mortificación, aprobado por la Iglesia. Llevaban hábito…

Los varones tuvieron también su estilo de vida dominicana, la mayoría prefería quedarse en sus hogares y desde allí ejercían su misión, en sus centros de trabajo y en el medio en que vivían. Otros, ingresaban al convento en calidad de “donados”, tal como se registran en las Actas de los Capítulos Provinciales; muchos de ellos se distinguieron por su santidad de vida. La Regla o Estatutos de la Tercera Orden, eran las mismas para mujeres y varones, cualquiera fuera su estilo de vida.

Algunos Beaterios en el Perú, posteriormente, dieron origen a Congregaciones y Monasterios, como los casos siguientes: Del Monasterio de Santa Rosa (1704), la Congregación Dominicas de Santa Rosa (1941) y la Congregación Dominicas Misioneras del Rosario (1926).

Con motivo del VII Centenario de la Canonización de Nstro. P. Santo Domingo de Guzmán (1234- 1934), la Tercera Orden Seglar de Santo Domingo, organizaron y celebraron un “Congreso Internacional, en Roma y Polonia, los primeros días del mes de marzo de 1934”, en el cual participaron tres mil terciarios. El Maestro General de la Orden, Fray Martín Estanislao Gillet, en una carta, de fecha 01 de abril de 1934, da gracias al P. Tomás Gardé y a cuantos contribuyeron en el éxito del Congreso.

Fuente: op.org

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio