Con motivo de la inminente apertura del Jubileo de la Orden de Predicadores por sus 800 años de fundación, el Vicario Regional del Vicariato de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario en Venezuela, Fr. Ángel Villasmil , dirigió una carta a la Familia Dominicana de Venezuela en la que destaca que se trata de un tiempo de gracia y de salvación y de apertura a la misericordia.
“El Jubileo de la Orden no debería ser para nadie motivo para dormirse en los laureles del pasado…debería ser para todos un momento de gracia en el que confrontemos nuestra vida con el Evangelio, con la vida de Santo Domingo y de los hombres y mujeres que a lo largo de 800 años han mantenido viva la gracia de la predicación.”, señala Fr. Ángel. “Este es un tiempo de gracia y de salvación en el que estamos llamados a vivir la acción de gracias por la herencia que hemos recibido, pero también un momento para hacer un alto en el camino, para pedir perdón y para abrirnos a la misericordia de la que estamos llamados a ser testigos en medio del mundo”, sostiene en su misiva.
El Vicario Regional destaca que “podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la fundación de la Orden de Predicadores es una manifestación clara de la misericordia de Dios para con los hombres del tiempo de Santo Domingo”. En este sentido, puntualiza que “el comienzo del siglo XXI –a diferencia del siglo XX- no estuvo marcado por un enfrentamiento bélico con carácter mundial, pero está experimentando flagelos como el de guerras que se vienen prolongando por años, como la de Siria, y que han creado un trágico contexto: el de los desplazados y refugiados”. “Los desplazados y refugiados no sólo constituyen un desafío para las sociedades de bienestar del continente europeo, sino para todo el que sienta empatía con la humanidad”, subraya.
UN GESTO DE MISERICORDIA: UNA GRACIA
Refiriéndose a la situación que atraviesa su país, Fr. Ángel indica que se “están viviendo niveles cada vez más preocupantes en un claro descendimiento en la escala de la degradación humana”. “En medio de una situación de crisis como la que vivimos, no podemos contentarnos con ser espectadores de una realidad cuyo desenlace es incierto para nosotros”, advierte el Vicario y si bien reconoce que “ no está a nuestro alcance resolver los problemas de la gente que acude a nosotros en demanda de ayuda para sus problemas”, llama a encaminar los esfuerzos a “acoger a estas personas de la mejor manera, con la paciencia, la compasión y la misericordia que nos exige ser miembros de una Orden que, desde el momento de su fundación, identificó sus casas como ´casas de misericordia´”. ´”Un gesto de misericordia siempre será una gracia para quien lo recibe”, acota Fr. Ángel.
En Venezuela la apertura del Jubileo tendrá lugar en el templo de la Casa de Santa Rosa de Lima, en Caracas, el 7 de noviembre a las 17.30 horas.
Fuente: op.org