Vivimos, en la fiesta de Santo Domingo, una jornada excepcionalmente bella, ya que muchos de los miembros de la Familia Dominicana de Santiago del Estero peregrinamos por ambos Jubileos.
Nos concentramos en el Colegio La Asunción y con las imágenes de Santo Domingo y la Madre Elmina partimos hacia la Catedral Basílica. Repicar de bombos, carteles, globos, niños con trajes para las diferentes representaciones… todo sirvió para compartir la alegría de saber y sentirnos familia. Hubo paradas en las que se meditó sobre el carisma y pudimos darle un abrazo a la Plaza Libertad y rogar por la paz.
El Padre Gastón Cuello celebró la Eucaristía y su homilía -sencilla pero que caló hondo- fue un digno broche. El Obispo nos saludó al final.
Reflexión: Con los dos momentos anteriores -las 1° primeras Vísperas y la Fiesta de Santo Domingo- vivimos un triduo que reanimó nuestra vocación de predicadores, y espero que el VIII Encuentro de Familia OP que comienza mañana sea fecundo y eficaz para hacer realidad el «Ve y Predica».