La Federación Panameña de Religiosas y Religiosos (FEPAR) emitió un comunicado a raíz de la crisis en Venezuela, en la que se unen al sentir de la Conferencia Episcopal Panameña de solidarizarse en oración, pero también en los esfuerzos de hacerles saber que no están solos; que es hoy cuando la Vida Consagrada retoma su misión dada por el Maestro: estar junto al débil, al marginado, al sufrido.
Señalaron que desean que la fuerza del Resucitado, estremezca los corazones de cada comunidad religiosa presente en Venezuela, y así como lo hizo con los discípulos de Emaús, haga surgir en cada uno y en cada una la voz profética de anunciarle a tiempo, destiempo y en los contratiempos.