(Por:Águeda Mariño Rico, CSD) .- El Papa Francisco, en su línea de abrir las puertas de la Iglesia y anunciar el Evangelio de la Alegría a todo el mundo, ha convocado al Sínodo de los obispos con el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Y se ha publicado, el 13 de enero de 2017, un documento preparatorio de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, con este título.
La pregunta obvia es: “Y eso de un Sínodo ¿qué es, cómo funciona, para qué sirve?”. El término sínodo viene de dos términos griegos: syn (juntos) y yhodos (camino), y expresa la idea de “caminar juntos”. En el Vaticano hay varios organismos que forman la curia romana y se encargan del gobierno de la Iglesia atendiendo a diferentes sectores y ámbitos. Pero había una inquietud por tener una estructura donde hubiera representación de la iglesia universal a modo de asamblea de obispos de todo el mundo que ayudaran al Papa en el gobierno de la Iglesia con su consejo. Y así creó el Papa Pablo VI, el 15 de septiembre de 1965, el Sínodo de los Obispos, como institución permanente, dependiente directamente del Papa.
Jovenes
El Sínodo de Obispos se reúne cuando el Papa lo convoca y con el tema que les proponga a estudio, análisis, debate y consulta. Lo preside el Papa y tiene un proceso largo de preparación a fin de que el documento de trabajo, que se llama “Instrumentum laboris”, y es la base para la discusión en el Sínodo, sea fruto de una amplia consulta a toda la Iglesia.
Un Sínodo sobre, para y con los jóvenes: El Papa Francisco ha realizado ya dos Sínodos: el Sínodo sobre la nueva evangelización y el Sínodo sobre la familia. Su propuesta es que el proyecto de Dios para los hombres y mujeres de todos los tiempos llegue a todo el mundo y todos los ámbitos de la vida, sin excepción. Y es por ello que este tercer Sínodo que convoca nos invite a interrogarnos sobre cómo acompañar a los jóvenes en el camino de la fe, en sus decisiones vitales, y pedir también a los mismos jóvenes que ayuden a identificar las mejores formas hoy para anunciar la Buena Noticia.
Hoja de ruta: con la publicación del Documento preparatorio, el 13 de Enero de 2017, se abre la fase de consulta. Pretende implicar a todos aquellos que representan el sector juvenil de la Iglesia, los encargados de las Pastorales Juvenil y Vocacional, las parroquias, Institutos Religiosos, Movimientos eclesiales y juveniles, diócesis, asambleas nacionales y continentales… Se convocan encuentros, congresos, reuniones de las que surjan propuestas para el Sínodo. Y también se creó una página web (http://www.synod2018.va/content/synod2018.html) donde seguir todo el proceso, participar en debates y elaborar una Encuesta para todos los jóvenes, entre 16 y 29 años, que quieran participar. La idea es llegar a todos los jóvenes, creyentes o no, de cualquier cultura, religión o procedencia.
Recogida toda la información, propuestas y encuestas, se procederá a elaborar, antes de Mayo de 2018, el Instrumentum laboris (Documento del trabajo), que se discutirá en el Sínodo desde el 3 hasta el 18 de Octubre de 2018. Lo trabajado durante el Sínodo se recogerá en un documento de Actas del Sínodo, que se entrega al Papa y con el que posteriormente elaborará un documento que se publica con el nombre de Exhortación Apostólica (es la publicación que recoge lo tratado en el Sínodo de Obispos).
TEXTO INICIAL DE LA INTRODUCCIÓN DEL DOCUMENTO PREPARATORIO AL SÍNODO SOBRE LOS JÓVENES
«Os he dicho esto para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea perfecto» (Jn 15,11): este es el proyecto de Dios para los hombres y mujeres de todos los tiempos y, por tanto, también para todos los jóvenes y las jóvenes del tercer milenio, sin excepción.
Anunciar la alegría del Evangelio es la misión que el Señor ha confiado a su Iglesia. El Sínodo sobre la nueva evangelización y la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium han afrontado cómo llevar a cabo esta misión en el mundo de hoy; en cambio, los dos Sínodos sobre la familia y la Exhortación Apostólica Post-sinodal Amoris laetitia se han dedicado al acompañamiento de las familias hacia esta alegría.
Como continuación de este camino, a través de un nuevo camino sinodal sobre el tema: «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional», la Iglesia ha decidido interrogarse sobre cómo acompañar a los jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que la ayuden a identificar las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la Buena Noticia. A través de los jóvenes, la Iglesia podrá percibir la voz del Señor que resuena también hoy. Como en otro tiempo Samuel (cfr. 1Sam 3,1-21) y Jeremías (cfr. Jer 1,410), hay jóvenes que saben distinguir los signos de nuestro tiempo que el Espíritu señala. Escuchando sus aspiraciones podemos entrever el mundo del mañana que se aproxima y las vías que la Iglesia está llamada a recorrer”
(Tomado de: idymop.org)