Codalc

Curso de Formadores y Formadoras CODALC-CIDALC 2018 – Crónica 25 de agosto

Con la alegría de sentirnos familia Dominicana, celebramos hoy la Eucaristía que estuvo organizada por los países de Centro América: Guatemala, Honduras, República Dominicana, Puerto Rico y parte de la delegación de Colombia.

La liturgia, a través de las lecturas bíblicas del día, nos invita a ser Templos donde resida el resplandor y la Gloria de Dios.

Para este décimo día de encuentro en la primera parte de la mañana nos acompañó la hermana: Marcela Soto O.P. con el tema: «Desde la contemplación surgen nuevos tejidos, relaciones para la predicación»

Algunas claves enmarcan esta charla:
-Silencio creativo, que nos abre a la búsqueda y nos prepara para la escucha afectiva y creativa.
– La escucha vinculada a la obediencia, pues ella nos acerca al misterio y a ir captando el rumor de los pasos de Dios en los acontecimientos de la vida cotidiana.

– Contemplación desde la belleza, cultivando los sentidos y el deseo del amor de Dios que se convierte en búsqueda, nos busca y se hace buscar.

– Fluir en la vida cotidiana junto a otros como lo hizo Jesús el Dios humanado, como Santo Domingo por los caminos… Santa Catalina que fluye en el amor de Dios.

Surgen nuevos modos de relacionarnos con Dios y con los otros, una experiencia contemplativa donde callan las palabras para que hablen las manos y los pies. Estamos vitalizando el Carisma en medio de vinos añejos y de vinos nuevos.

La Palabra se hace danza, porque fluye en la vida como belleza y así se genera encuentros dialogantes con la humanidad, la diversidad con toda la vida presente en la creación.
¿Qué le podemos ofrecer a los demás, a la vida, de qué manera lo podemos hacer?
Construyendo vínculos, lazos… De escucha, saliendo a los caminos del silencio a la predicación.

Durante la segunda parte de la mañana continuamos nuestro trabajo en compañía de Fray Rafael Colomé OP con el tema: El papel de la espiritualidad en la formación de un discípulo y discípula de Jesús.

Fray Rafael nos invita a reconocer el papel tan importante que tiene la Espiritualidad en los formadores y formadoras, ya que la contemplación en la vida Dominicana no busca escapar de este mundo, lo que pretendemos es formar un fraile, una hermana contemplativo, nuestra espiritualidad no es la del monje del desierto ni la de San Benito, ni un mendicante; nuestra espiritualidad es contemplativa, integra los valores propios de la vida al servicio de la predicación y esta se alimenta del estudio, la liturgia comunitaria, la experiencia pastoral y la realidad de dolor que viven nuestros hermanos/as; una contemplación de Dios puesta al servicio de la misión.

Tenemos que formar para que los hermanos y hermanas realicen este proceso personal desde un acercarme al mundo y amarlo tal cual es.

Nuestra tradición Dominicana integra la realidad no es espiritualismo, es una respuesta personal y libre a la gracia, para lograr esta espiritualidad hoy tenemos que adquirir una identidad:

Humana, Espiritual y Carismática. Adquirir esta identidad supone un triple desafío. » Integrativo, Teologal y Cristológico».

Lo que nos propone el Espíritu es un proyecto evangélico, una espiritualidad teologal que supone no separar vida y fe, es decir pertenecemos a una espiritualidad que integra la cruz, nos relacionamos con Dios desde lo que somos y como somos, pero esto no lo logramos apartados del mundo.
En una casa de formación las crisis de los formandos o formandas deben resolverse enclave teologal, pero ésta no es algo sentimental o emotivo, tampoco pura especulación. Es una experiencia, resultado de su voluntad, con su afectividad, con su propia historia.

Hacías las 14:30 retomamos nuevamente nuestro trabajo en compañía de hermana. Marcela Soto con el tema: Mujeres mendicantes de la verdad para la predicación. Desde la compasión y la vida cotidiana.

Hermana Marcela inicia su ponencia preguntándonos como estamos llamadas a estudiar las mujeres y nos aclaraba; con los pies en la tierra y el corazón abierto para poder captar así la obra creadora, oteando su presencia.

Cuando nos hacemos intelectualmente compasivas por nuestro estudio, podemos compartir con otros la misericordia de la verdad.

Que claves nos ayudan a ser mujeres de estudio:

a. Momentos de estar atenta, de escucha para esto se nos pide estar en silencio, vaciarnos de nosotras mismas de nuestros esquemas.

b. Momento de la fertilidad: esta es la oportunidad de gestar vidas, dice Fray Timothy nuestras casas de estudio deberían ser como salas de parto de estudio, un estudio mediante la inteligencia humilde del corazón: Gestar vida – acto creativo = dar a luz

3. Momento de contar la historia, el futuro: concierne al pasado y esa memoria contiene historia que tiene algo que contar, se hacen semillas de un futuro inimaginable para volver a narrar.

4. Momento se salir: el estudio nos tiene que abrir, ser mujeres itinerantes comprometidas con el servicio de la predicación. » en actitud de salida»

¿Para qué estudiamos las mujeres? Para la vida, el estudio es una respuesta para este momento y para estas circunstancias, para gestar vida. Para la predicación en clave de justicia y La Paz.

Después de un hermoso y sororal trabajo por comunidades de vida donde iluminadas desde el evangelio de Marcos 9. Nos dejamos interpelar por Señor quien al igual que a Pedro, Santiago y Juan nos condujo hasta el Tabor de nuestro Cidalc y Codalc para dejarnos ver su resplandor y enviarnos con mayor coraje y entrega a nuestra misión de formadores y formadoras.

Con la alegría del trabajo y la misión cumplida compartimos mediante signos nuestra reflexión.
«Hoy Señor te damos gracias, por la vida la tierra y el sol, hoy Señor queremos cantar las grandezas de tú amor»

Hna. Anayibe Flórez Duarte
Dominica de la Presentación

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