A inicios de los años 90, el obispo mozambiqueño Francisco Silota, visitó el sur de Brasil con el propósito de pedir ayuda a sus hermanos obispos, “para que enviaran misioneros a Mozambique a fin de ayudar a su pueblo que se sentía abandonado”.
Sensibilizados, los obispos del Regional Sur 3, de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) acogieron la solicitud y en 1994 dieron inicio al proyecto “Iglesias Solidarias”.
Hasta el día de hoy han sido enviados más de 50 misioneros y misioneras, entre sacerdotes, laicos, laicas y religiosos y religiosas. Ellos y ellas han hecho posible la opción de la Conferencia Episcopal de Mozambique por una Iglesia ministerial que corresponda con una realidad desafiante, debido al escaso número de sacerdotes para atender a las múltiples demandas pastorales.
Con su presencia misionera, la Iglesia de Brasil (Regional Sur 3) atiende 146 pequeñas comunidades ministeriales en dos parroquias. En ellas los laicos asumen valiosos servicios en la animación de diversos campos pastorales como la Palabra, la catequesis, la liturgia, la salud, la educación, la ayuda fraterna, las vocaciones, los jóvenes, la familia, la justicia y la paz, las mujeres, etc.
En la Vila de Moma, por ejemplo, ya existen iniciativas que promueven la medicina natural y se cuenta con una biblioteca y una fotocopiadora al servicio de la comunidad. También existe un programa de acompañamiento nutricional y se han construido pozos de agua potable en las comunidades.
Económicamente, el proyecto se sostiene a través de una colecta anual que se realiza en todas las parroquias del Regional Sur 3 de la CNBB el día de Pentecostés. Espiritualmente, la oración permanente por los misioneros es una manera de salir de sí mismo e ir hasta las periferias geográficas y existenciales. También hay quienes se ofrecen como voluntarios misioneros ante el Sector de Animación Misionera de la CNBB Regional Sur 3 (missoes@cnbbsul3.org.br) y regalan varios años de su vida al servicio de las poblaciones más necesitadas de Mozambique.
ÓSCAR ELIZALDE PRADA